En el Día de la Madre Tierra, mediante un manifiesto, la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Contiocap) observó que las instituciones de regulación minera encubren un sistema minero que depreda la naturaleza y avasalla las tierras indígenas al centrarse únicamente en la “minería ilegal”, especialmente aurífera
El pronunciamiento considera que, bajo esa perspectiva, la minería solamente requiere que le sea firmado un documento por un funcionario público minero que se ampare en algunos articulados de la Ley Minera 535 para hacer legales las acciones extractivistas que socavan a la naturaleza, pese a que ello está sancionado por esa misma ley, la Constitución Política del Estado, la Ley 300 de la Madre Tierra y la Ley 1333 del Medio Ambiente, entre otras.
De igual manera, estarían prontos a ser legalizados 19 contratos mineros mediante una ley (036) los cuales ni siquiera cuentan con estudios multisectoriales ni consulta previa. La organización que publicó el manifiesto estima que ello sería un precedente funesto para que suceda algo similar en la Amazonía y en otras regiones del país.
El documento, a la par de indicar que la minería provoca deforestación mediante la quema de bosques para habilitar tierras en las cuales realizar operaciones, hace referencia a la palma africana, misma que es sembrada para obtener aceite y producir biocombustible, ello en tierras amazónicas donde previamente los bosques primarios fueron incendiados a fin de cultivar esa especie en “tierras degradadas”.
Por otro lado, se espera que se hagan presentes en la sede de gobierno, representantes de los sectores pesqueros del río Beni, quienes, con apoyo de la Central de Pueblos Indígenas del norte de La Paz (Cpilap), se pronunciaron la semana pasada contra la actividad minera aurífera en el sector por los altos niveles de contaminación que provoca, especialmente mediante el uso de mercurio.
El Día de la Madre Tierra fue instaurado por la Organización de Naciones Unidas en 2009 con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas de la superpoblación, la contaminación y la importancia de la conservación de la biodiversidad.
Bolivia cuenta con la Ley 300 de la Madre Tierra, en plena vigencia, que reconoce a la Pachamama derechos como a la vida, a ser respetada y a sus procesos vitales libre de alteraciones humanas. (Erbol/Sumando Voces)