En el Día Internacional de la Madre Tierra, la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) llamó a reflexionar sobre la destrucción de los ecosistemas y alertó que existen nueve “zonas de sacrificio ambiental” en Bolivia, que fueron identificadas en el Estado Socioambiental 2023, elaborado por Marco Octavio Ribera.
“Las Zonas de Sacrificio Ambiental (ZSA) son un signo de los siglos 20 y 21 y comienzan a aparecer en diversas regiones del planeta como resultado del crecimiento industrial, el extractivismo minero o la intensificación del uso del suelo. En Bolivia se identifican al momento nueve zonas de sacrificio ambiental, algunas con una data secular de contaminación acumulada y una extraordinaria carga de contaminación minera acumulada”, señala el documento del Estado Socioambiental 2023.
El informe explica que “las zonas de sacrificio ambiental se caracterizan por la devastación a gran escala de ecosistemas y biodiversidad con daños ecológicos irreversibles; pérdida total de funciones y servicios ecosistémicos, y de medios de vida de poblaciones locales, lo cual implica perdida de seguridad alimentaria”.
Las áreas consideradas de sacrificio ambiental son:
1) La cuenca del río Pilcomayo, por efecto de la minería.
2) Cuenca del lago Poopó, por acción de la minería.
3) Las bahías de Cohana y el lago Menor (lago Titicaca), por los residuos urbanos.
4) La cuenca de los ríos Mapiri y Kaka, por la explotación de oro.
5) Cuenca Laguna Suches y Área de Manejo Integrado de Apolobamba, por la extracción del oro.
6) Cuenca de Lata del río Tuichi y Virgen del Rosario, por explotación de oro.
7) Sector sudoeste del Tipnis, en el polígono 7, por las plantaciones de coca.
8) Megaminería San Cristóbal, por el método open pit (a tajo abierto).
9) Región agroindustrial Noreste y Norte de Santa Cruz.
LLAMADO A LA REFLEXIÓN
Mediante una nota de prensa, Lidema “llama a reflexionar sobre las vulneraciones a los derechos socioambientales y la destrucción y contaminación de los ecosistemas”. En ese marco urge “a construir una nueva visión de país, que asuma la imperiosa necesidad de valorar, rescatar y conservar el patrimonio natural y cultural nacional”.
El año 2009, el Estado Plurinacional de Bolivia impulsó el cambio del Día Mundial del Medio Ambiente, por el Día Internacional de la Madre Tierra. Desde entonces, cada 22 de abril, las Naciones Unidas conmemoran este día que busca promover un enfoque holístico con la naturaleza y superar la persistente visión antropocéntrica que la especie humana tiene ante todo lo que la rodea.
Sin embargo, este avance conceptual, repetidamente planteado en las políticas y planes de desarrollo nacional, “ha sucumbido ante una visión de crecimiento de corto plazo, poniendo en un riesgo cada vez mayor las posibilidades de adoptar un modo de producción armónico con la Madre Tierra”, indica Lidema.
De acuerdo a la presidenta de esa entidad, Magdalena Medrano, “la destrucción de los ecosistemas y la vulneración de los derechos socioambientales de quienes defienden la Naturaleza, pero también de todas las personas que habitamos Bolivia, tienden a empeorar aceleradamente, debido, principalmente a las actividades extractivistas (soya, ganadería, minería, hidrocarburos y otras), pero también por la omisión o aquiescencia de las autoridades nacionales, departamentales y municipales, así como por la indiferencia de la mayor parte de la población boliviana.”
Medrano agrega que en 2023, a través de 582 casos registrados por el Observatorio del Acuerdo de Escazú – Bolivia, se han identificado 7.070 vulneraciones a los 5 derechos que se hace seguimiento: Derecho de acceso a la información, a la participación y a la justicia en temas ambientales, el derecho de las presentes y futuras generaciones a gozar de un ambiente sano y el derecho de un entorno propicio para quienes defienden el ambiente.
En ese marco, llama a los órganos del Estado y a la sociedad en su conjunto a reflexionar sobre la urgencia de construir una nueva visión de país, que considere el largo plazo, los límites biofísicos de la Naturaleza y a las sociedades como parte de ella. (Brújula Digital/Sumando Voces)