Aunque aún inexistente en la legislación boliviana, la violencia digital es una realidad, pues cada día muchas personas son víctimas de acoso, hostigamiento y vulneración de su derecho a la dignidad en redes sociales e internet; es crucial generar conciencia y empoderamiento en la población para no callar ante estos hechos, fue la conclusión del Foro sobre Violencia Digital organizado por la Embajada de Estados Unidos, con un panel conformado por invitados expertos, figuras políticas internacionales e influencers que compartieron experiencias y miradas sobre el tema.
El evento se celebró el pasado miércoles en la Residencia de la Embajada de Estados Unidos de América en la zona Achumani de La Paz, a la que se dieron cita importantes personalidades de las redes sociales, periodistas, activistas, defensores de derechos humanos y víctimas de violencia digital, quienes impulsaron a llevar el mensaje de que el primer paso para prevenir estos hechos, es alzar la voz.
El panelista invitado y abogado experto en Derecho Informático, Ariel Agramont, consideró que el acontecimiento sentó un precedente en la historia jurídica del derecho informático boliviano, pues contó con la presencia de la enviada especial para Asuntos Mundiales de la Juventud del Departamento de Estado de Estados Unidos, Abby Finkenauer, quien visitó el continente por primera vez.
Además de Agramont y Finkenauer, el resto del panel invitado estuvo conformado por la experta en ciberseguridad e inteligencia artificial, Lesly Zerna, la creadora de contenido, Albertina Sacaca, y la creadora de contenido, Sarah Sanabria, ésta última como moderadora.
Los invitados y asistentes concluyeron que es esencial tener consciencia de que la violencia que ocurre en espacios digitales también es real y genera efectos psicológicos serios en las víctimas. Las personalidades coincidieron en que, un comentario o una reacción negativa, por más inofensiva que parezca, puede destruir la vida de la otra persona, por lo cual es menester tener conciencia de la información que se publica como de las repercusiones de nuestras propias acciones.
EL PODER DE NO CALLAR
Finkenauer, la mujer más joven en la historia de EEUU en ganar un escaño en el Congreso, destacó la “fortaleza” y “valentía” de varias personalidades locales para compartir sus experiencias como víctimas de violencia digital. Luego de viajar por varios países del mundo y visitar Bolivia por primera vez, atestiguó que esta problemática es una de las más recurrentes a nivel mundial, pues no discrimina el idioma, la cultura o el color de piel.
Para la Enviada Especial del Gobierno norteamericano, lo principal que debe hacerse es comenzar a hablar sobre estos hechos y denunciarlos sin miedo, pues muchas mujeres suelen callar por un pensamiento erróneo de que no es un problema tan frecuente. “Hay poder para cambiar cuando tenemos valor de compartir estas historias”, expresó la excongresista de Iowa.
Por otra parte, manifestó que este año se reportó un decrecimiento de mujeres que candidatearon a cargos políticos alrededor del mundo, ilustrando así el impacto de la violencia política en contra de las mujeres.
La experta en ciberseguridad, docente y emprendedora, Lesly Zerna, continuó señalando la importancia de mantenerse actualizado en temas sobre ciudadanía digital y ser conscientes de cómo se usa las redes sociales, ya sea exponiendo la vida privada como generando discursos de odio, discriminación, denigración u hostigamiento.
Si bien las compañías de tecnología implementan ciertos filtros, las formas de violencia digital aparecen en el camino, por lo que se van controlando poco a poco, explicó.
En tal sentido, apeló al respeto y el buen trato al momento de usar redes sociales como medidas de prevención de este tipo de violencia. Zerna recomienda comparar la ciudadanía digital con la vida real: si una persona no haría un comentario dañino en frente de otra, no tiene por qué hacerlo detrás de una pantalla.
“El mundo digital refleja nuestros comportamientos en el mundo real. El hecho de tener una cuenta de internet nos da un espacio digital y nos da esa responsabilidad de convivencia. ¿Qué estamos haciendo (con ella)? Un comentario puede llegar a afectar a otros. Es un tema de educación saber utilizar estas herramientas”, expresó.
También se refirió a la proliferación de noticias falsas y cómo la población debe usar su criterio para discernir información real de información falsa. “No crean todo lo que ven en internet, principalmente las noticias. Usemos nuestro criterio, (preguntémonos) de dónde viene una noticia. ¿Es un chiste que puede dañar a alguien?, ¿es una noticia relevante?”, cuestionó.
La intelectual enfatizó que se debe enseñar a los niños y jóvenes a hablar cuando sufren algún tipo de ciberacoso, agresión o violencia en espacios digitales, al igual que se los enseña a denunciar cuando son víctimas en espacios físicos.
Zerna observó que, en Latinoamérica, gran parte de la normativa de protección a la violencia digital fue posible gracias a la acción de activistas. “Ha pasado un suceso trágico que afecta a una víctima o sobreviviente y es la sociedad la que dice que esto que ha sucedido en el mundo digital, como un acoso o una revelación, también sea penado al igual que en el mundo real. Es importante poder entenderlo y que seamos activistas en esto”, reflexionó.
AYUDA PROFESIONAL
Agramont manifestó que, ante un hecho de violencia digital, es pertinente acudir a un especialista para recibir ayuda profesional, pues muchas veces la Justicia puede demorar los procesos debido a su poca o nula jurisdicción en el campo de las corporaciones tecnológicas como Meta, Google, TikTok, etc.
Pese a las limitaciones en la legislación boliviana sobre violencia digital, el jurista considera que es posible hallar soluciones a algunos problemas. Sin embargo, recomendó que muchos otros casos son más complejos y requieren la mediación directa de expertos en el área con las empresas de redes sociales, las cuales tienen “sus propios mecanismos internos” que pueden resolver problemas de manera oportuna.
“La ley no lo puede prever todo, pero sí alcanza para hacer defensa legal en estos casos. Es necesario que la sociedad tome conciencia de la violencia digital, que es uno de los temas primordiales. Tenemos violencia digital en todas las índoles: violencia digital política, familiar, en los colegios, en las calles, de toda naturaleza”, señaló.
EXPERIENCIAS EMPODERADORAS
Sacaca relató que, hace un año, fue víctima de difamación y uso de su imagen pública en un material de índole sexual difundido en la plataforma de TikTok, donde actualmente posee una audiencia de más de 8,2 millones de seguidores.
La joven influencer reveló que este hecho le causó una serie de depresión que la hizo alejarse de los medios y “encerrarse” en su habitación por tres días, pues había evocado una experiencia traumática que vivió cuando era menor de edad. A la fecha, expresó, no se ha recuperado totalmente de aquel suceso y busca ayuda profesional para poder terminar de superarlo.
“Muchas vidas se han perdido porque no pudieron tolerar violencia y acoso. Todos estamos expuestos y el error más grande que cometí ha sido encerrarme. No se callen. Ese consejo les doy a los jóvenes, abran su corazón y hablen con la persona en la que más confían”, expresó a EL DIARIO.
Entre otras personalidades públicas que asistieron a expresar sus experiencias, estuvo el conocido ilustrador de humor político, Abel “Abecor” Córdova, quien recordó haber recibido “18 amenazas de muerte” y hostigamiento de “guerreros digitales” afines al Gobierno. El ilustrador manifestó que pese, a los ataques, se mantiene de pie luchando por la libertad de expresión.
Asimismo, la exconcejala de La Paz, Beatriz Álvarez, expresó que su experiencia personal le ayudó a forjar su carácter y saber seleccionar la información que consume. Manifestó que las mujeres de pollera también están expuestas a la violencia digital.
Finalmente, la actriz y presentadora, Paola Belmonte, quien protagonizó uno de los casos más polémicos y “emblemáticos” de Bolivia, destacó que Agramont le enseñó a entender que era una víctima de violencia y no una culpable. “Estamos avanzando a pequeños pasos. Les pido, cualquiera puede ser víctima. Que se centre el foco no en la víctima sino en el victimario”, indicó.