El guitarrista boliviano Piraí Vaca rompe barreras con su Gira Bolivia 2024, denominada Año Cero. Su virtuosismo se fusiona con el rock y el fingerstyle, creando un espectáculo musical único.
El público disfrutará de las reinterpretaciones de ambos géneros, adaptadas con el estilo singular del artista. Lejos de ser un simple cambio de estilo, este giro representa una evolución natural en su carrera. Su dominio técnico y pasión por la música lo han llevado a explorar nuevos territorios creativos (…). Sin duda, esta nueva gira marcará un hito en la trayectoria de Piraí Vaca. En estos conciertos tocará –por primera vez– dos guitarras electroacústicas con cuerdas de metal, dejando de lado la clásica con cuerdas de nylon.
Luego de 33 años de tocar la guitarra clásica con cuerdas de nylon, ahora hace un cambio que enriquece la sonoridad con efectos y pedales eléctricos y produce una música de otras dimensiones.
Sonarán piezas como Stairway to heaven de Led Zeppelin, algunas de Coldplay, Eagles en versiones para guitarra sola que asombran, donde en un solo instrumento se oye el cantante, el bajo, las guitarras, la batería; y piezas para guitarra electroacústica con un estilo sorprendente y nuevo en Bolivia, FINGERSTYLE, donde la guitarra, la percusión y los efectos electrónicos moverán los corazones y sorprenderán las mentes.
Piraí comenzará su Gira Bolivia 2024 en La Paz. Tocará el viernes 17, sábado 18 y domingo 19 en el Teatro Nuna y el miércoles 22 de mayo en el Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”.
A días de los conciertos en La Paz, La Guía conversó con Piraí, sin duda, uno de los artistas bolivianos con más éxito nacional e internacional.
LG: ¿Por qué tu Gira Bolivia 2024 lleva el nombre de Año Cero?
P: Este título connota un hito importante para mí en varios aspectos. El más evidente es que, luego de más de 30 años tocando la guitarra clásica con cuerdas de nylon, me embarco en una nueva dirección: en lugar de la guitarra clásica, utilizaré dos guitarras electroacústicas con cuerdas de metal en todos los conciertos de la gira, acompañadas de pedales de efectos (…)
LG: ¿Qué te motivó a dar este giro a tu carrera?
P: El rock y el pop siempre han estado presentes en nuestras vidas, formando parte del paisaje sonoro mediático (…). Se han vuelto parte de nuestra identidad. Supongo que me resultó difícil cambiar mi mentalidad después de una formación académica tan arraigada, tras pasar por cuatro conservatorios distintos en Argentina, Cuba, EEUU y Alemania, acumulando más de 13 años de estudios, para ahora hacer rock y pop en mi guitarra, pero considero que la música abarca mucho más que sólo música clásica (…).
Entonces, de repente, empecé a prestar más atención a mis propios deseos creativos, siendo más indulgente conmigo mismo, menos rígido y obsesivo con ciertos aspectos. Así nació «Rock en la Sangre» hace tres años, donde realicé mis primeras versiones para guitarra de temas como «Bohemian Rhapsody», de Queen, canciones de Sting y Coldplay.
Luego surgió «Rock en la Sangre, Lado B», donde quise adoptar un enfoque más cercano al rock y al pop, utilizando cuerdas de metal y tocando de pie. Y finalmente llegamos a «Año Cero», donde temporalmente he dejado de lado la guitarra clásica (…)
LG: Los artistas siempre dicen que su última producción es la mejor de su carrera, ¿Año Cero lo es para Piraí Vaca?
P: No, Año Cero representa mi última producción, pero estoy aquí gracias a todo lo que he hecho antes. Aunque he logrado mucho, todavía siento que no he alcanzado la flexibilidad y madurez que desearía con este nuevo instrumento, la guitarra electroacústica. Sigo en una fase de estudio, progreso y evolución constante. Recientemente, lancé mi primer video con guitarra electroacústica, una interpretación de Hotel California, que ha tenido una gran acogida. Me alegra mucho, ya que este arreglo me costó un montón hacerlo y más, tocarlo. Me doy cuenta ahora de cómo el nombre de la gira, ‘Año Cero’, refleja mi sentir interior: Esto es solo el comienzo.
LG: ¿Dejar la guitarra clásica con cuerdas de nylon fue sencillo?
P: No fue sencillo ni difícil; simplemente fue un cambio que se dio de manera natural en mí. Luego, sentí que la complementación de estos dos instrumentos era muy interesante. La guitarra clásica con cuerdas de nylon es más íntima, mientras que la guitarra electroacústica con cuerdas de metal es muy extrovertida, suena mucho sin necesidad de conectarse a un amplificador, es un instrumento que proyecta hacia afuera. Por lo tanto, combinar ambos en un concierto fue algo que disfruté mucho.
Tuve que superar también muchos problemas técnicos, ya que toco la guitarra con cuerdas de nylon con mis uñas naturales y la guitarra con cuerdas de metal con uñas de plástico, lo cual parece simple pero no lo es en absoluto (…).
(Pero) no he abandonado por completo la guitarra clásica. Mi próximo disco, que posiblemente salga el próximo año o este, está compuesto íntegramente por música oriental interpretada con la guitarra de cuerdas de nylon. Es un nuevo desafío que estoy ansioso por enfrentar.
LG: ¿Qué presentarás en el concierto de “Año Cero”?
P: Presentaré 10 piezas, algunas de ellas muy conocidas como «Hotel California» y «Stairway to Heaven» de Led Zeppelin, y si me lo piden, al final también «Nothing Else Matters» de Metallica. Además, incluiré un par de arreglos de música de Coldplay. Sin embargo, la gran mayoría del programa estará compuesto por fingerstyle, una técnica de guitarra electroacústica que abarca todo el instrumento, con percusión en el cuerpo de la misma y el uso de pedales de efectos.
De esas 10 piezas que interpretaré, ocho están en afinaciones diferentes, lo que significa que tendré que afinar la guitarra entre una pieza y otra. Afinaciones muy distintas entre sí, para lograr distintos colores y ambientes. A pesar de ello, estoy seguro de que el programa sorprenderá la mente y emocionará el corazón, y además nos llevará a otras esferas metafísicas. Estoy convencido de que este programa será realmente impactante.
LG: ¿Qué se siente tocar las guitarras electroacústicas con cuerdas de metal?
P: Experimento un lenguaje distinto, uno que de alguna manera se siente más cercano a mí. Como hombre de este siglo, criado en medio de la tecnología y los sonidos electrónicos, la guitarra electroacústica, con sus cuerdas de metal y sus pedales, me representa enormemente. Me siento realmente feliz y emocionado por la diversidad de timbres, colores y atmósferas que puedo crear mediante los pedales que utilizo. Esta capacidad de expresión es algo que valoro mucho en lo que estoy haciendo en este momento.
Al mismo tiempo, encuentro placer en la simplicidad y la belleza de una guitarra clásica con cuerdas de nylon. Son sensaciones diferentes, con objetivos distintos para cada instrumento. Lo hermoso de todo esto es la complementariedad entre ambos; es como si el día no pudiera existir sin la noche. Ambos ofrecen algo que necesito, y eso me llena de felicidad.
