viernes, julio 5, 2024
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Urgencia de prever un futuro cercano

La opinión pública sufre por la crisis económica del país y también sabe dónde se origina. Pero ya no solo se trata de captar esa situación, sino analizar las causas que la provocaron, plantear al mismo tiempo soluciones y prever lo que podría ocurrir en un futuro próximo. Al respecto se puede considerar que las causas de la crisis se deben a que los gobiernos de las dos últimas décadas contaron con una enorme cantidad de dinero, producto del alza de precios de materias primas, pero descuidaron el manejo de la economía interna que, en realidad, fue destruida sistemáticamente. Esos gobiernos de casi veinte años de vigencia, no tuvieron la previsión de invertir las ganancias en obras que rindan riqueza y así garantizar un mejor porvenir. Sin embargo, a partir de 2006 el derroche fue enorme, pese a que se alertó a los gobiernos del MAS para evitar el gasto fiscal excesivo y, por el contrario, hacer inversiones productivas,

Pero todo fue inútil. La dilapidación de recursos económicos fue gigantesca y, lógicamente, se sembró nubes para cosechar tempestades. Ese régimen populista irresponsable prefirió seguir haciendo inversiones improductivas de capital y, por tanto, fue inevitable la marcha del país hacia una catástrofe, como la que estamos observando.

Al respecto, los últimos gobiernos del país a partir de 2006 estaban prevenidos y conscientes de los errores que estaban cometiendo. Sabían que a un país se lo puede destruir en pocos meses, pero que su reconstrucción lleva decenios. Por tales equivocaciones en la administración del Estado, la población hoy soporta numerosos problemas.

En esferas oficiales, pareciera que se busca soluciones para diversos conflictos, pero, por el contrario, tienden a agravarse por políticas “pragmáticas” que no tienen lógica. Por ejemplo, quieren seguir manteniendo industrias obsoletas, que solo dan pérdidas y llevan al país a la bancarrota y, al mismo tiempo, anuncian la creación de otras industrias que pueden ser peores que las anteriores.

Es que se quiere mantener industrias sin que tengan gas o electricidad para funcionar. Por otro lado, en el país no hay suficientes materias primas para fábricas, por lo que habrá que importarlas, como sucede con Papelbol. En esa forma, ni las pasadas ni las nuevas industrias funcionarán de manera óptima y no darán divisas al Estado. Hay algo peor, en vista de que no hay divisas por la reducción de exportaciones, no se podrá importar suficientes alimentos y el resultado será que el país ingrese a una hambruna. Ni qué decir de industrias que necesitan gas para funcionar, pues ese energético está en agotamiento.

Para enfrentar tan crítica situación, se recomienda que nuestros economistas objetivos planteen habilitar las empresas establecidas y enseguida paralizar nuevos planes industriales que no sean sustentables. A la vez, sería oportuno impulsar la producción de materias primas para hacer funcionar empresas. Y descubrir nuevos yacimientos gasíferos es urgente para atender a la industria. En caso contrario, el porvenir será de más retroceso.

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