sábado, julio 6, 2024
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El renacimiento militar mundial

Jhonny Vargas

Vladimir Putin y Xi Jinping, desafían a Estados Unidos, anunciando que fortalecerán los lazos militares. Declaran conjuntamente que los “chinos y los rusos somos hermanos”. Ambos muestran sintonía en la nueva agenda bilateral, destacan los logros de la cooperación entre ambos países o superpotencias. Es un claro mensaje para occidente, ambos países están preparados para una futura confrontación bélica. Las tendencias humanas encuentran su expresión más plena al existir un enemigo a quien odiar, temer y destruir. Como también se requiere tener compañeros de lucha, con quienes compartir los riesgos y triunfos en futuras acciones violentas.

Rusia y China han hecho suya la nueva tecnología militar, lo que estamos presenciando en el mundo con dos guerras híbridas en curso, es un renacimiento militar mundial, es así como funciona el mundo. “Divide y vencerás” al parecer es la receta de los poderosos, Rusia y china a través de una eficaz recaudación de impuestos, una deuda consolidada y una hábil dirección militar, tienen capacidad de poder comprar nueva tecnología militar y, mediante una hábil diplomacia, pueden darse el lujo de mantener una guerra como la de Ucrania, vigente en estos momentos. En conclusión, la historia nos demuestra que el poder de cualquier gobernante que es capaz de pagar un alto precio por las nuevas armas, se verá acrecentado, a expensas de los vecinos que no están en condiciones de hacerse con la nueva tecnología de guerra. Es el caso de Bolivia. En Bolivia nuestros impuestos fueron a parar al bolsillo gigante de la mega corrupción, dejando a nuestras FFAA en las condiciones más paupérrimas, presa fácil de cualquier futura invasión militar.

Un ejército con buena instrucción, que responda a una clara cadena de mando, desde el gobernante hasta las demás autoridades de las FFAA, constituye el instrumento militar más obediente y eficaz que jamás se verá en la tierra. Todo esto permite que tanto la agricultura, como el comercio y la industria florezcan y a su vez aumenta la riqueza, los bienes y los impuestos que permite la existencia del ejército. Hay que tener un ejército permanente, siempre preparado para la guerra en cualquier momento. En Bolivia la agricultura está muerta, el comercio no existe y nuestros impuestos van a parar a los bolsillos de los más corruptos. ¿Cómo podemos tener capacidad de compra de nueva tecnología militar? ¿Quién nos asegura que en el futuro nuestro territorio pueda ser víctima de una invasión militar, con tantos recursos naturales (litio, minerales estratégicos, amazonia, gas, agua y petróleo), que son la codicia de países vecinos conocidos y extraños?

Mientras el mundo se desangra en guerras en curso actual, sacrificará hombres armados y los grandes emporios económicos se desplomarán y la crisis económica mundial estará a punto de estallar con la caída de todas las monedas poderosas en el mundo, y esta epidemia afectará a Latinoamérica. Es simple, las repercusiones de este efecto mariposa se darán en todo el mundo. Ya será de noche en América, es por eso que Bolivia debe tener un ejército siempre preparado, para la guerra. La “diplomacia de los pueblos” de nada no servirá cuando los países codiciosos invadan nuestras fronteras. Ya lo están haciendo con sus productos, inundando nuestros mercados. Por esta realpolitik nuestro objetivo como país debe ser producir, exportar alimentos, estableciendo un sistema de poder sobre la base de esto. Los siete años de las vacas gordas se terminaron, ahora comienza los siete años de hambruna. ¿Qué han hecho nuestros actuales gobernantes para hacer frente a lo que se viene?

La historia, es la historia del poder militar, el equipamiento policial tiene prioridad cuando la inseguridad es alarmante. En Bolivia la corrupción policial es alarmante y los índices de inseguridad pública están por los cielos, no es que uno tenga el espíritu belicista y esté en contra de los derechos humanos. Sencillamente, en Bolivia no hay seguridad interior, menos podemos hablar de seguridad y defensa exterior. Toda la culpa la tiene el régimen del MAS, que malcrió a nuestros militares y encubrió a los malos jefes policiales. Por eso el pueblo, decepcionado y desilusionado por el accionar del régimen del MAS, busca un nuevo liderazgo. Los profesionales jóvenes y especialistas en materia de seguridad, defensa y economía, estamos impacientes ante un gobierno ineficaz y corrupto. Nosotros podemos hacerlo mejor.

La guerra global está en marcha sin que nos demos cuenta, Estados Unidos ya no quiere más fábricas chinas en Latinoamérica, mientras China y Rusia se deshacen de sus dólares y continúan acumulando oro a costa de Bolivia y Latinoamérica. Estas superpotencias junto a los Estados unidos se disputan Latinoamérica. China arruina a Tesla, porque se convertirá en el mayor productor mundial de autos eléctricos con mejor tecnología. Biden sigue intensificando la guerra comercial con China, pero Putin y Xi – Jinping prometen venganza contra Estados Unidos y lanzan una dura advertencia por las “políticas hostiles”, según ellos, hacia los “dos países hermanos”. El final de esta historia será la misma que la de Caín y Abel, alguno terminará por traicionar ese pacto político y militar, tarde o temprano.

 

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

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