miércoles, julio 3, 2024
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El bruxismo es recurrente entre las personas que padecen trastorno de estrés postraumático

Julia Moióli

Así se lo expresa en un estudio de la Universidad de Sao Paulo publicado en la revista Clinical Oral Investigations. Sus autores ponen de relieve la importancia de que odontólogos y psiquiatras trabajen juntos en el diagnóstico y en el tratamiento de estos pacientes.

 

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Clinical Oral Investigations, las personas que padecen trastorno de estrés postraumático (TEPT) suelen informar que aprietan o hacen rechinar sus dientes en forma constante durante el día, un hábito conocido como bruxismo de vigilia. El referido trabajo, que comprendió el examen clínico de aproximadamente 80 pacientes entre casos y un grupo de control, llama la atención al respecto de la importancia de que odontólogos y psiquiatras trabajen juntos en el diagnóstico más preciso de ambos problemas de salud.

El trastorno de estrés postraumático, un concepto formulado en Estados Unidos con base en la conducta exhibida por los veteranos de guerra, pasó con el tiempo a abarcar también a las víctimas de la violencia urbana. Se estima que esta condición afecta a alrededor de un 4 % de las personas expuestas a eventos violentos o accidentales tales como combates, torturas, amenazas de muerte, balas perdidas, catástrofes naturales, lesiones graves, violencia física o sexual y secuestros relámpago.

“Si se tiene en cuenta que en el área metropolitana de Sao Paulo [Brasil] más del 50 % de los habitantes ya han estado expuestos a algún tipo de trauma urbano, una cifra comparable a la de áreas de conflicto civil, resulta de gran importancia entender las posibles manifestaciones psicológicas y físicas del TEPT, que pueden perdurar durante años luego del trauma”, dice Yuan-Pang Wang, investigador del Instituto de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (IPq-FM-USP) y coautor del estudio.

Entre estos síntomas se encuentran el recuerdo angustiante, involuntario y recurrente del episodio, el estado emocional negativo, las conductas autodestructivas, las alteraciones en el patrón del sueño y las reacciones disociadoras (alteraciones en la conciencia, la memoria, la identidad, las emociones, la percepción del entorno y el control de la conducta), entre otros. No obstante, en pocos trabajos se había estudiado la relación del estrés postraumático con el dolor orofacial y el bruxismo, que se define como la actividad repetitiva del músculo de la masticación. Su prevalencia en la población en general varía entre un 8 % y un 30 %.

En este estudio apoyado por la FAPESP, pacientes diagnosticados con TEPT en el Consultorio Externo de Traumas del Instituto de Psiquiatría de la FM-USP fueron derivados para concretar un examen clínico cuyo objetivo consistió en analizar su salud bucodental.

De acuerdo con los investigadores, aparte del bruxismo que informaron, los pacientes también acusaron una disminución del umbral de dolor tras el examen clínico.

“Se constató que la higiene bucal no estaba relacionada con este problema”, comenta Ana Cristina de Oliveira Solis, autora principal del estudio. “La evaluación periodontal, que también incluyó la medición del nivel de placa bacteriana y de sangrado gingival, mostró que los pacientes con estrés postraumático exhibieron un nivel de higiene bucodental similar a los del grupo de control. No obstante, los pacientes acusaron más dolor tras el sondeo”.

 

Un tratamiento multidisciplinario

De acuerdo con los investigadores, actualmente no se considera al bruxismo como un síntoma aislado, sino como una evidencia de un problema mayor. “Nuestro trabajo muestra que puede existir una manifestación del trastorno de estrés postraumático a nivel bucal, evidenciada por el bruxismo y por el mayor nivel de dolor tras el examen clínico odontológico. Esto requiere de una actuación conjunta entre psiquiatras, psicólogos y odontólogos, lo que puede contribuir con el screening [rastreo o cribado] y el tratamiento de ambas condiciones de salud”, afirma De Oliveira Solis.

Para ello, la investigadora recomienda que, durante el examen clínico, el dentista permanezca atento al relato de dolor de los pacientes y considere la posibilidad de estar frente a personas con problemas psiquiátricos aún no diagnosticados.

“El paciente que ha pasado por un evento traumático puede sentir vergüenza de hablar del tema y de buscar ayuda especializada. En tanto, el hábito de buscar atención odontológica es mucho más común y habitual”, dice De Oliveira Solis. “Por eso sería interesante que el dentista incorpore a su atención de rutina instrumentos de screening de trastornos mentales y los aplicase con esos pacientes. También es importante saber aconsejar al paciente a buscar ayuda especializada”.

A su vez, los psiquiatras pueden inquirir a sus pacientes con TEPT sobre síntomas bucodentales, tales como bruxismo y dolor muscular y de la articulación temporomandibular (ATM). En caso afirmativo, deben derivarlos al odontólogo para que se concrete el tratamiento multidisciplinario y que mejore así su calidad de vida…

Agencia FAPESP

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