Un volcán en el suroeste de Islandia hizo erupción por quinta vez desde diciembre, expulsando flujos rojos de lava en la exhibición más reciente de la fuerza de la naturaleza y desencadenando la evacuación del popular spa geotérmico de Blue Lagoon.
La erupción empezó luego de una serie de sismos al norte de Grindavik, una localidad costera de unos 3.800 habitantes que fue mayormente evacuada en diciembre cuando el volcán hizo erupción. Desde entonces, con todas las características de esta oportunidad.
La Oficina de Meteorología de Islandia señala que la lava estaba saliendo expulsada a unos 50 metros (165 pies) hacia el cielo desde una fisura de unos 2,5 kilómetros (1,5 millas) de largo y fluía hacia Grindavik, tal cual sucede en estos casos.
La ciudad, que se encuentra a unos 50 kilómetros (30 millas) al suroeste de la capital islandesa, Reikiavik, se vio amenazada desde que una serie de sismos en noviembre desencadenó una orden de evacuación, previo a la erupción inicial del 8 de diciembre. Una erupción posterior superó algunos muros defensivos y consumió varias construcciones.
El área forma parte del sistema volcánico de Svartsengi, que estuvo inactivo por casi 800 años antes de volver a despertar.
El volcán volvió a hacer erupción en febrero y en marzo. La erupción del 8 de febrero engulló un gasoducto, cortando el suministro de calor y de agua caliente a miles de personas.
Islandia, que se encuentra sobre una zona volcánica activa en el norte del Atlántico, registra erupciones de manera regular y tiene experiencia lidiando con ellas. La erupción que más estragos causó fue una de 2010 del volcán Eyjafjallajokull, que expulsó enormes nubes de ceniza a la atmósfera y provocó cierres generalizados en el espacio aéreo de Europa.
Es poco probable que la erupción más reciente represente un riesgo para los viajes aéreos, dijo Guðjón Helgason, funcionario de prensa del operador aeroportuario Isavia, de acuerdo con la emisora nacional RUV. (Infobae/Ap/Efe)
Las autoridades islandesas declararon el estado de emergencia y tanto la localidad de Grindavík como la Laguna Azul, el famoso balneario geotermal situado en la zona, fueron evacuados antes del inicio de la erupción, cuando empezó a aumentar la actividad sísmica.
La anterior erupción comenzó en marzo y se prolongó durante ocho semanas.