En el calendario gregoriano, los días, meses y años transcurren inexorablemente en todo el mundo y, por supuesto, en nuestro país, poseedor de amplio territorio, hermoso paisaje y enormes recursos naturales (pero sólo eso. Sobre gobernantes, poderes del Estado y otras instituciones, preferible es no escribir y no abrir la boca). ¿Y por qué este curioso prolegómeno? Por lo siguiente:
NOVEDAD
Todos conocemos las tradicionales polleras que identifican a muchas mujeres bolivianas que habitan áreas rurales, pueblos y ciudades de Bolivia. Y conocemos también el colorido de tonalidades no muy vistosas; todo, sin decoraciones ni adornos gráficos.
Pero ahora hemos visto la siguiente novedad: en poblaciones provinciales e inclusive ciudades, la difusión de polleras con características diferentes a las que conocimos desde hace muchos años.
En puestos de venta en barrios denominados “populares”, están exhibidas grandes cantidades de polleras con un colorido vistosísimo, exornado con figuras de infinidad de flores, hojas de diferentes formas y también numerosos dibujos formando composiciones muy creativas. Con esas innovaciones, hemos podido observar polleras con el siguiente cromatismo:
– Fondo totalmente blanco puro con flores de color rojo punzó, hojas y ramas amarillentas.
– Otras con predominio de color negro con flores de pétalos rojo carmín.
– Las polleras con tonalidades de rojo tienen flores blancas y anaranjadas.
– Hay también polleras de color violeta con flores amarillas y rojizas.
– Son vistosas también las polleras que muestran un colorido de diferentes tonalidades verdes con flores y dibujos rojos y amarillentos.
– Estas nuevas polleras tienen todos los colores de la naturaleza y los adornos están ubicados adecuadamente con un cromatismo de tonalidades complementarias. De ello se deduce que los fabricantes tienen un amplio conocimiento de la teoría del color.
La tela de esta vestimenta tiene su novedad: es de un material finísimo, opaco y también semitransparente con adornos y dibujos de composiciones creativas y originales basadas preferentemente con líneas curvas.
PROCEDENCIA
Sobre la procedencia de estas polleras, varios dueños de puestos de venta afirman que solamente las telas son de origen chino, pero que la confección es boliviana. Otros aseguran que son importadas de países asiáticos como Corea y Vietnam. Pero, muchas de estas prendas de vestir, tienen a la vista una pequeña cinta blanca con la inscripción “made in China”.
Este acontecimiento se suma a otra información publicada en esta misma columna de opinión: la procedencia comprobadamente china de imágenes representativas de santos y vírgenes de la religión católica, además de muñequitos con vestimenta de habitantes rurales de todos los departamentos de Bolivia, incluidos ekekos, auqui auquis y hasta k’usillos.
DEPENDENCIA
Día a día es más perceptible nuestra dependencia del gigante asiático: moderna tecnología, computadoras, aparatos de radio y TV, teléfonos celulares, drones, seriales con novelas y dibujos animados, juguetes para niños, ropa, calzados, dragas, empresas mineras y de construcción, etc.
Las polleras bolivianas que aún existen ¿pasarán a formar parte de algún museo de antigüedades?
Y al respecto… ¿se hizo conocer algún comunicado emitido por autoridades encargadas de una supuesta y mentada “descolonización”?
El autor es dibujante escritor y periodista.