Tras analizar los últimos eventos políticos entre la Asamblea y el Tribunal Constitucional, el docente e investigador, Oscar E. Villanueva L., lamentó que el país esté “secuestrado por un partido político” que juega a intercambiar ilegalidades entre el TCP y la ALP, donde los magistrados ilegalmente autoprorrogados del Órgano Judicial emiten criterios sobre la ilegalidad de la última sesión convocada por el senador Andrónico Rodríguez, quien a su vez jugó a un “trencito de sucesiones” inconstitucionales; el académico expresó que el país enfrenta una situación crítica mientras la clase política vuelve a empantanarse.
“Toda esta convulsión no es un problema del país, es un problema político que nos está llevando a generar más conflicto. Hay tantos temas importantes que el país tiene y tenemos que estar pendientes de un berrinche de la Asamblea y del Gobierno”, criticó Villanueva en entrevista exclusiva con EL DIARIO.
El pasado jueves, con votos de legisladores “evistas” y de oposición, una sesión de la ALP convocada por Rodríguez sancionó un paquete de leyes, entre ellas una ley que cesa las funciones de los magistrados judiciales, quienes prorrogaron su gestión de forma indefinida a través de una sentencia constitucional que les permite mantenerse en sus cargos en tanto sus sustitutos no sean electos por voto popular.
Esta sesión de la Asamblea fue demandada de nulidad ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) por legisladores “arcistas”, quienes rechazaban la aprobación de esta norma. Aunque el TCP admitió tal recurso, anulando cualquier decisión legislativa de la sesión, Rodríguez instaló de todas formas.
Para Villanueva, el país está secuestrado porque lo que se está viendo es un juego de ilegalidades entre la Asamblea y el TCP, lo que es clara muestra de una pugna de poder entre los poderes del Estado; si bien el planteamiento de Rodríguez puede ser legítimo, no fue legal.
Esta afirmación se explica, en criterio de Villanueva, porque el presidente del Senado incurrió en hacer un “trencito de sucesiones” para quedar al mando del Legislativo, cuando realmente no existieron vacíos legales que fundamenten esta sucesión, como ocurrió en el caso de la sucesión de la expresidenta interina, Jeanine Añez, por ejemplo.
Estas actitudes de la clase política hacen cuestionar al académico sobre cuál es la intención del Gobierno, pues pareciera que Arce pretende generar un golpe para cerrar instituciones o para salir del Gobierno, ante un escenario de “papas quemadas” del que nadie querría hacerse cargo a futuro.
UN SILENCIO ENSORDECEDOR
Ante la ausencia temporal de Arce por un viaje a Rusia, el presidente en ejercicio del Estado, David Choquehuanca, solicitó al TCP pronunciarse para aclarar la validez de las decisiones tomadas en la sesión del jueves.
En una carta dirigida al presidente del TCP, Paul Enrique Franco, Choquehuanca remarcó que era menester un “pronunciamiento jurisdiccional que permita tener certeza jurídica sobre la validez de esos actos legislativos”.
Esto ocurrió debido luego de que el viernes, la Vicepresidencia se negara repetidamente a recibir cuatro resoluciones de la ALP y dos leyes sancionadas por el pleno de los parlamentarios evistas y opositores. De esta manera, el futuro sobre el curso administrativo y legal de las decisiones tomadas en la polémica sesión quedó en total incertidumbre.
Para Villanueva, existe “un silencio que hace ruido” en las actitudes de Choquehuanca, al no haberse pronunciado a tiempo respecto a estas decisiones. “¿Por qué se ha callado y ha dejado que pase todo esto? Es como si hubiera querido que se meta la pata”, sugirió.
JUEGO DE ILEGALIDADES
Posteriormente a la aprobación de la ley de cese de funciones a las altas magistraturas, numerosos diputados opositores y evistas celebraron el evento de manera pública, anunciando una “victoria de la democracia” porque los autoprorrogados habían sido supuestamente derrotados.
El entrevistado enfatizó en que este espectáculo político hace cuestionar hasta dónde quiere llegar el Gobierno y cuál es la intención de jugar a quién es más ilegal, mientras el país es asolado por una inminente escasez de divisas, falta de combustible y alza de precios.
“Por un lado tengo esa ilegalidad (de la Asamblea). Por el otro lado, tengo un Tribunal Constitucional ilegal que está ilegalizando una acción ilegal de la Asamblea, entonces (…) ¿A qué están jugando? Estamos tan pendientes de lo que pasa con el MAS cuando el país está entrando a una situación cada vez más compleja y más crítica”, observó.
En su criterio, este “juego incómodo de entender” está sujeto al derecho a veto del presidente Arce, quien a su regreso puede vetar la decisión y elegir no promulgar ninguna ley. Por esto, no es posible afirmar lógicamente que existe un triunfo de la democracia, ya que en lo fáctico no existe tal situación.
También está el hecho de que el Órgano Electoral, a través del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se parcializó al determinar que dará prioridad a las elecciones generales frente a las primarias. “El TSE no puede parcializarse y decir qué elección es más importante, porque es un órgano técnico, y al serlo todas las elecciones son importantes porque están dentro de un cronograma electoral”.
En síntesis, las posiciones de la ALP, del TCP y el TSE son equivocadas: el TCP ejerce funciones erradas porque no pueden emitir resoluciones basadas en el autoprorroguismo, ya que ese concepto no existe; a su vez, la ALP no tiene tuición de hacer lo que hizo y tanto Choquehuanca como Arce tienen la última palabra; por su lado, el TSE no puede emitir criterios políticos y parcializarse en procesos electorales.
SOCIEDAD AGUERRIDA
No obstante a este complejo panorama político, Villanueva expresó que no comparte ciertas visiones pesimistas sobre el futuro del país que aseguran que Bolivia tendrá el mismo destino de Cuba o Venezuela. El investigador está convencido de que surgirá un levantamiento de la sociedad civil debido a su naturaleza aguerrida, por lo que duda que el Gobierno aguante mucho más si la situación continúa privando a las personas de elementos cotidianos como los alimentos.
“No somos una sociedad que se raciona, entonces va a empezar a haber un levantamiento (porque) Bolivia no es un país que aguante mucho las limitaciones. Ya hemos visto gobiernos caer por mucho menos que eso. Dudo mucho que lleguemos al punto de Venezuela o Cuba porque nuestro pueblo es mucho más aguerrido y no permite esas limitaciones; hay conflictos mucho más grandes que pensar en qué hace un poder ilegal u otro”, expresó.