Explotación de litio con gran atraso

Varios gobiernos pasados y no menos el del Estado Plurinacional instituido por la actual Carta constitucional, depositaron las esperanzas de progreso del país en la industrialización y comercialización del litio del Salar de Uyuni. En algunos casos, se empezó a explotar ese yacimiento, considerado como uno de más grandes del mundo y futuro centro energético para la industria del automóvil que demanda baterías de litio.
Aparte de cultivar esas ilusiones, los gobiernos que pasaron por el Palacio Quemado emprendieron labores directas de explotación del metal blando y formaron algunas empresas estatales para obtener el preciado carbono de litio, base de todo tipo de nuevos productos, que sustituiría la energía de hidrocarburos, carbón y electricidad.
A partir del año 2006, el gobierno del Estado Plurinacional, con gran optimismo, formó una empresa estatal para explotar el Salar de Uyuni, hizo algunas costosas inversiones, exhibió algunos progresos, pero pasados algunos años, la empresa no daba resultados notables y, finalmente, se dijo que el sistema de extracción no funcionaba. Se había convertido esa empresa en otro “elefante blanco” o un pozo sin fondo que no producía beneficios y solo causaba gastos.
Es más, tiempo después, altos directores y técnicos de ese organismo fueron denunciados por ineficiencia técnica, falta de probidad e inclusive se los acusó de haber actuado de manera ineficiente y fueron sometidos a acciones judiciales, que están en curso.
Desplazado el gobierno de Evo Morales, la empresa del litio volvió a convertirse en una “vedette” de primer orden, pero se pensó que ya no sería empresa estatal, sino que debía pasar al sector privado, en este caso, mediante algún emprendimiento chino.
En efecto, una empresa privada china fue favorecida con la licitación, en vista de que anunciaba nuevas técnicas para obtener litio, que darían al Estado Plurinacional enormes ganancias, para llenar sus arcas con dólares que, por otra parte, empezaban a escasear.
En efecto, se confirma que Bolivia ya pasó a girar alrededor del neoimperialismo chino, pues una empresa china fue favorecida con el botín y firmó un convenio con el gobierno del Estado Plurinacional para obtener litio, explotarlo, exportarlo e industrializarlo. Aseguró esa firma privada que por un novísimo sistema extraería el litio en grandes proporciones y lo industrializaría. El compromiso establecido aseguraba esa gran producción para fines del año pasado. Pero finalmente solo se produjo un largo silencio, y el Estado Plurinacional consideró que se trataba de un nuevo fiasco. Más aún, denunció que el fracaso del negocio del litio se debía a los anteriores encargados de la empresa y los envió a la cárcel, donde les espera en juicio por malversación de fondos y otros.
Pero, finalmente, la explotación de litio en Bolivia se ha alejado de su realización y sería algo más remoto que el último agujero negro descubierto a cien mil años luz.