China está llevando a cabo un ambicioso proyecto para desarrollar una gran flota de enjambres submarinos con aplicaciones militares, inspirados en las mantas gigantes, con el objetivo de controlar los océanos del planeta. Estos vehículos submarinos autónomos, diseñados originalmente para la vigilancia de corales, se asemejan en su movimiento y flexibilidad a las mantas gigantes y están destinados a monitorear movimientos militares de fuerzas navales rivales, como la de Estados Unidos, nadando a profundidades de hasta 1.000 metros.
El proyecto de desarrollo de estos sumergibles de cuerpo blando se inició en 2006 por un equipo de investigación de la Northwestern Polytechnical University, una prestigiosa institución de ciencias e ingeniería con sede en Xi’an, China, afiliada al Ministerio de Industria y Tecnología de la Información del país. Bajo la dirección del profesor Cao Yong, el equipo comenzó a trabajar en la creación de estas mantas robóticas para monitorear la vida marina y rastrear especies invasoras que representan una amenaza para los arrecifes de coral en el Mar del Sur de China.
Tras el éxito inicial en la vigilancia de la vida marina, el equipo ha avanzado en la construcción de una nueva generación de robots submarinos que pueden pesar hasta una tonelada y operar en aguas profundas, lo que les permite transportar cargas útiles más potentes y recorrer mayores distancias. Estos nuevos modelos de mantas raya contarán con cámaras, sistemas de sonar y un sistema de navegación conectado al sistema de geoposicionamiento chino BeiDou. Uno de estos sumergibles logró alcanzar una profundidad de un kilómetro el año pasado, demostrando su capacidad para operar en entornos submarinos extremos.
Uno de los desafíos técnicos que enfrenta el proyecto es la adhesión de microorganismos a las superficies de los robots submarinos, lo que podría afectar su navegación a largo plazo. El equipo liderado por Yong está trabajando en el desarrollo de un gel especial para prevenir este problema y garantizar el funcionamiento óptimo de las mantas robóticas. Además, la comunicación a larga distancia es crucial para coordinar la acción de estos vehículos autónomos, por lo que se planea desplegarlos en enjambres para crear redes de comunicación y distribuir diferentes tipos de carga útil para maximizar sus capacidades operativas.
Estados Unidos también está explorando tecnologías similares en el ámbito de los drones submarinos autónomos. Northrop Grumman ha desarrollado un dron submarino inspirado en la manta raya para misiones de reconocimiento estratégico y largo alcance. Este dron, encargado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de Estados Unidos, tiene como objetivo mejorar las capacidades de reconocimiento submarino y estratégico del país. A diferencia de los sumergibles chinos, la Manta Ray de Northrop Grumman es un dron submarino de cuerpo duro diseñado para misiones prolongadas en modo de hibernación en el fondo marino.
A pesar de las similitudes en forma y propósito entre los sumergibles chinos y la Manta Ray estadounidense, existen diferencias significativas en su diseño y funcionalidad. Mientras que los vehículos chinos son más pequeños, flexibles y articulados para imitar los movimientos naturales de las mantas gigantes, el dron norteamericano es más grande y rígido, similar a un submarino tradicional pero con capacidades avanzadas. Ambos proyectos representan avances significativos en el campo de la tecnología submarina autónoma y prometen transformar la forma en que se llevan a cabo las operaciones militares y de vigilancia en los océanos del mundo.
En conclusión, China está liderando la carrera hacia el desarrollo de enjambres submarinos con aplicaciones militares basados en la biomimética de las mantas gigantes. Con avances tecnológicos significativos y una visión ambiciosa, estos vehículos autónomos prometen revolucionar la vigilancia submarina y el control de los océanos a nivel mundial. A medida que estos proyectos evolucionan y se implementan, es probable que veamos un cambio fundamental en la forma en que se llevan a cabo las operaciones navales y la exploración submarina en un futuro cercano.