martes, julio 23, 2024
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La defensa de la naturaleza integral de Bolivia

La prensa nos hace conocer el llamado de la sociedad civil a la resistencia y rechazo a la destrucción de la Amazonia, (EL DIARIO, 14/6/24) a través del XI Foro Social Panamericano (FOSPA), realizado en Rurrenabaque y San Buenaventura, con participación de 9 países y poblaciones locales, a través de 4 ejes de trabajo: pueblos indígenas, madre tierra, extractivismo y mujeres. Un memorable acontecimiento de defensa de la naturaleza que debe comprender en adelante a todo el pueblo boliviano. Sin exclusivismos demagógicos, porque se trata de nuestros recursos naturales que siguen explotados como en tiempos coloniales, para beneficio de intereses foráneos y particulares.
En este caso es lacerante cómo la riqueza mineral y forestal de Bolivia se está extinguiendo, sin provecho para el pueblo. ¿Sabemos cuánta riqueza en maderas preciosas, castaña y otros hemos perdido? ¿Cuánta plata se ha extraído para enriquecer a otros países? ¿En los últimos tiempos cuánto oro se sustrae de nuestra tierra para engordar nuevos imperialismos, sin dejar beneficio a Bolivia? ¿Y nos dan cuenta de la verdad sobre cuanta revolución y “cambio” liberador con que nos engatusan los gobiernos y sus politicastros corruptos?
Basta ver en las calles de nuestras ciudades la miseria y pobreza del pueblo, a ancianos a quienes no les llegó la panacea de los cambios, a jóvenes y niños sin futuro, sin fuentes de trabajo para su sustento y el de sus familias. Más todavía, tendrán que transponer las fronteras en busca de empleo y salario, y servir de sostén a economías extranjeras, muchas veces soportando humillaciones y maltrato a su dignidad, teniendo tantos recursos naturales para exportar a muchos países. ¿Qué nos falta entonces?, voluntad de trabajo y disciplina. Ese mismo ímpetu que muestran los bolivianos en otros países, donde son apreciados por su rendimiento. Pero en nuestra tierra se despojan de ese nervio productor y prefieren ser los ilotas para ajenos. Es que siempre hemos carecido de buena educación. Los malos gobiernos han campeado, incapaces, demagogos, sin patriotismo. Vemos a politicastros endiosados, vanidosos, sin moral, con angurria de poder y riqueza. Y así han pasado a la historia de este triste país, digno mil veces de mejor suerte.
Uno de los problemas de Bolivia desde su fundación es que la educación ha sido restringida a sectores muy reducidos de la población, por falta de visión no solo de los gobiernos, sino de las clases acomodadas y la burguesía. La educación universal recién está dándose poco a poco después de abril de 1952. Recuerdo que en mi pueblo del norte de Potosí había una Escuela hasta el 6º curso y 2 escuelas rurales. Hoy las hay en cada comunidad, a veces con 10 alumnos solamente. Entonces el atraso del pueblo era generalizado. Pero la educación es muy incipiente, debe ser reformulada bajo la dirección de maestros muy competentes, que conozcan nuestras necesidades e inquietudes. Se debe profundizar los estudios agropecuarios. Mucha enseñanza cívica y patriótica. Los niños deben aprender a cantar. Antes dijimos “Son grandes los pueblos que cantan”. Y es verdad. También el patriotismo se impregna con el canto. También enseñar el cultivo del amor a la naturaleza, pero no ese amor chauvinista que no se arraiga.
En los últimos años fue muy triste el incendio masivo de bosques en Bolivia, según dicen propiciados por el mismo gobierno y grandes sectores económicos. ¡Cuánto desastre ecológico! ¡Cuánto crimen contra el medio ambiente! La desgracia es que nuestros hijos, nuestros nietos, ya no verán esos parajes maravillosos, esa naturaleza de ensueño. Pero más todavía, también nosotros ya no apreciaremos tanta belleza que Bolivia ha heredado.
Añadamos a la hecatombe la falta de respeto y la destrucción de las Áreas Protegidas, que estaba quedando como el único patrimonio valioso que quedaba en el país, ahora bajo la rapiña de mineros del oro, que no solo envenenan la tierra, también los ríos. ¡Por Dios!
Por una maldición nuestro país ha sido minero, que solo ha empobrecido al pueblo. Su naturaleza es agrícola, para toda clase de productos. Es una vergüenza que Bolivia importe alimentos, cuando debería alimentar a otros pueblos más.

El autor es fundador del Parque Nacional Torotoro.

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