La caída de la producción de gas natural provocó la reducción de ingresos por la venta a mercados de Argentina y Brasil, a pesar de los anuncios de aumentar la oferta, así como las reservas, la situación es crítica por ello el Gobierno va en busca de proveedores de diésel, en especial. Mientras analistas del sector ponen año para la importación del energético a precios de mercado.
Hace una semana, la gente acudió a comprar garrafas de GLP, la demanda sobre pasó a la oferta y las autoridades del sector energético aseguraron la provisión del mismo; sin embargo, para el experto en el tema, Álvaro Ríos, esta situación que se presentó ya habría sido advertida hace mucho tiempo.
“Advertí que en 2024 comenzaríamos a importar y habría escasez de GLP y se cumplió; y seguimos sosteniendo que en 2028 importaremos gas natural. Espero me crean”, escribió Álvaro Ríos Roca en su cuenta de la red social X @alvaroriosroca.
Mientras el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, anunció información importante sobre nuevos descubrimientos, pero daba un plazo ya que la misma estaba en desarrollo.
Al respecto, el analista del sector de hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez escribió en X @RaulVelag que: Ojalá aprendamos a dejar de creer en baritas mágicas que pueden cambiar una realidad de la noche a la mañana, el país debe pensar seriamente en la necesidad de cambios estructurales a nivel sectorial y nacional, de lo contrario los resultados serán los mismos.
Consultoras internacionales proyectan que sí Bolivia no logra nuevos descubrimientos en los siguientes años, a partir de 2030 empezará a importar gas y combustibles a precios internacionales, y la subvención aplicada a la fecha, será difícil de sostener.
Ahora mismo, la escasez de dólares en el país afecta a las importaciones de combustibles, y por ello se observa estaciones de servicio sin hidrocarburos, a pesar de los anuncios de las autoridades del sector, que aseguran normal abastecimiento.
A eso hay que sumar la falta de información por parte de la estatal sobre las reservas hidrocarburíferas, aunque el titular de YPFB informó que ya tienen los datos, pero esperan que concluya otra consultora. De acuerdo a diputados de la oposición el costo de ambos estudios pasaría el medio millón de dólares.
Plan
Como se recordará, en 2021 la estatal petrolera presentó el Plan Upstream con el objetivo de mostrar la exploración que realizará en los siguientes años, sin embargo a la fecha, los resultados no son los esperados, pero todavía YPFB guarda optimismo.
Sobre el tema, Velásquez escribió en @RaulVelag que “la Ley 767 de 2015 tenía el mismo objetivo, los 4 Planes de Reactivación del Upstream entre 2018-2022 también. Ninguno dio resultado, porque la falta de exploración, es uno de los problemas, pero no el único. ¡El país necesita una nueva política hidrocarburífera!”.
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Mientras tanto en los dos últimos meses, YPFB anunció inicios de trabajos a realizar para la perforación de nuevos pozos. Es así que, en mayo, informó que se ultiman detalles para iniciar el 14 de julio próximo la perforación del pozo exploratorio Villamontes-X7 (VMT-X7), con la finalidad de buscar gas y condensado.
También en mayo, la petrolera estatal informó que se realizan las operaciones de perforación de los pozos Iñau-X3D (IÑA-X3D) y Yapucaiti-X1 (YAP-X1), que permitirán explorar el potencial hidrocarburífero existente en los reservorios de las formaciones Huamampampa, Icla y Santa Rosa.
Asimismo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos perfila producir el 80% de diésel con exploración, producción de crudo nacional e industrialización con sustitución de importaciones, indicaba -en mayo- Dorgathen Tapia.
Con la exploración de nuevas reservas para aumentar la oferta de crudo, así como con la implementación de plantas de biodiésel, dos con tecnología FAME y una de tecnología HVO y con eso revertir la situación, tener un 80% de producción boliviana y un 20% importado.
El presidente Luis Arce informó que la importación de diésel alcanza a 85% , debido a la falta de exploración.
Producción
La producción de gas llegó a su más alto dato en 2013 con 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd), pero a lo largo de los últimos meses, el volumen fue cayendo hasta llegar a 2023 a 39 MMmcd y para este 2024, YPFB estima que llegaría a 31 MMmcd.
El agotamiento de los megacampos repercutió en la producción, también en la caída de los ingresos, lo que provocó escasez de la divisa estadounidense en el mercado y el Gobierno ya no tiene los 6.000 millones de dólares por la venta del energético a países vecinos.
En su presupuesto 2024, se observa una caída de los ingresos provenientes del gas y se refleja en una reducción del presupuesto para las alcaldías, gobernaciones y universidades.
Vaca Muerta
Por otra parte, de acuerdo al medio digital www.rionegro.com.ar, octubre es la fecha límite para definir si se usan los gasoductos de Bolivia para llevar gas desde Vaca Muerta al mercado de Brasil.
Mientras que desde Bolivia informaron que ponen a disposición su sistema integrado de gasoductos al Gobierno de Argentina y a las productoras de Vaca Muerta. Esperan obtener respuesta sobre las negociaciones antes de octubre, agrega.
El Sistema Integrado de Transporte de Gas Natural de YPFB tiene una extensión que supera los 1.000 kilómetros, atravesando el país. Este se divide en el gasoducto de integración Juana Azurduy, que conecta Bolivia y Argentina, tiene 48 km y el gasoducto Yacuiba Río Grande, de 432 km. Después, tiene dos posibles salidas: el gasoducto Bolivia – Brasil de 557 km y el Gas Oriente Boliviano, de 362 km.
Normas
Mientras tanto, a pesar de que los expertos en el tema hidrocarburos recomendaron a las autoridades nacionales actualizar la Ley de Hidrocarburos a adaptarlo a la Constitución Política del Estado, las autoridades del sector recién va por ajustes estructurales para incrementar la producción de gas y petróleo, y atraer inversión privada, debido al fracaso de la nacionalización.
La semana pasada, en el Foro Transición Energética Bolivia 2050, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, afirmó que es necesario ajustes estructurales en materia de hidrocarburos para lograr mayor incremento en la producción de gas y petróleo. Asimismo, demandó al Legislativo aprobar la ley de Litio a fin de potenciar el sector.
“No podemos no mencionar una proyección de incremento de la producción de gas y de líquidos si es que no se hacen importantes ajustes estructurales con una nueva ley de Hidrocarburos”, afirmó.
Molina explicó que la nueva norma permitirá a corto, mediano y largo plazo sustentar las políticas hidrocarburíferas y avanzar en la transformación de la matriz energética.
El analista Mauricio Medinaceli, en entrevista con medios de comunicación, dijo que se requiere una ley para sembrar gas, ya que la implementada sólo fue de cosecha, lo que gobiernos anteriores hicieron.
Finalmente, el economista Gonzalo Chávez lamentó que la anterior administración del Movimiento al Socialismo (MAS) no haya hecho su trabajo en la exploración y sólo se haya abocado a gastar la cosecha que sembraron gobiernos antes del 2005.
Las inversiones en exploración siempre estuvieron por debajo de las exploraciones, y en los últimos años la cifra cayó a 129 millones de dólares, en sus buenos momentos la misma llegó a 1.400 millones.
Velásquez, en su momento, indicó que antes del ingreso del MAS al gobierno el número de pozos explorados bordeaba los 32 cada año, pero en la gestión actual la cifra no pasa de los 10 pozos.
Según la Fundación Milenio, la inversión en el sector de hidrocarburos cayó en un 83% en los últimos años.