La épica comedia de aventuras de 20th Century Studios FREE GUY: TOMANDO EL CONTROL es protagonizada por Ryan Reynolds, Jodie Comer, Joe Keery, Lil Rel Howery, Utkarsh Ambudkar y Taika Waititi, y dirigida por Shawn Levy a partir de un guion de Matt Lieberman y Zak Penn y una historia de Lieberman. La película es producida por Ryan Reynolds, p.g.a., Shawn Levy, p.g.a., Sarah Schechter, Greg Berlanti y Adam Kolbrenner. Mary McLaglen, Josh McLaglen, George Dewey, Dan Levine y Michael Riley McGrath son los productores ejecutivos.
La historia
Guy (Ryan Reynolds) es un cajero del Free City Bank que lleva una vida sencilla. Con una permanente actitud positiva y alegre optimismo, es siempre materia dispuesta para una buena taza de café. Con su mejor amigo, Buddy (Lil Rel Howery), comparten un gran entusiasmo por la vida, pero todo eso cambia cuando Guy descubre que en realidad es un personaje de fondo del ultraviolento videojuego de mundo abierto “Free City”. Distribuido por Soonami Studios, —dirigida por el codicioso magnate Antwan (Taika Waititi)— “Free City” es un videojuego tremendamente popular en el que reinan el caos y la devastación. Los jugadores llevan una vida descarada dentro del juego, y suben de nivel cada vez que cometen actos de hostilidad y vandalismo no provocados. Guy conoce y de inmediato queda prendado de la súpersexi Chica Molotov (Jodie Comer), quien lo ayuda a navegar por el juego y a aceptar el hecho de que la única vida que ha conocido no es real. Chica Molotov, cuyo nombre en el mundo real es Millie, tiene cuentas que ajustar con Soonami, ya que cree que Antwan se apoderó de los códigos de un videojuego que ella y su amigo Keys (Joe Keery), un programador de Soonami, vendieron a la compañía.
A medida que Guy va asumiendo un papel más activo como buena persona —un idealista en un mundo cínico sin límites— se convierte en un referente tanto de los jugadores como de otros NPC (personajes no jugables) y el héroe de su propia historia… que él mismo va reescribiendo. La popularidad de Guy sigue creciendo y Antwan, al darse cuenta de la seria amenaza que representa para el futuro de “Free City” y, más específicamente, para su secuela: “Free City: Carnage”, encarga a Keys y a un programador de Soonami llamado Mouser (Utkarsh Ambudkar) eliminar de forma permanente a Guy del videojuego. Ahora, de Guy depende poder salvar su mundo a su manera.
El comienzo
Durante el verano de 2018, mientras el cineasta Shawn Levy evaluaba su siguiente proyecto, recibió un mensaje de Ryan Reynolds. “El texto decía: «Hola, ¿qué vas a hacer en la primavera? Creo que tengo algo para nosotros». Aún tengo el mensaje guardado en mi teléfono”, señala Levy. “Así que leí el guion de FREE GUY: TOMANDO EL CONTROL de Matt Lieberman y al día siguiente me reuní con Ryan, y supe que era esa combinación perfecta de una gran idea, un actor que yo admiraba y con quien quería trabajar, y una verdadera oportunidad para hacer algo singular, original y divertido”.
Reynolds cuenta: “Es raro dar con un guion o encontrar un personaje con un arco tan claramente definido, y fue algo que me encantó de este guion”.
Uno de los actores más versátiles de Hollywood, Reynolds ha sabido aprovechar su atractivo e irreverente talento cómico en películas como LA PROPUESTA, Van Wilder y Si fueras yo para convertirse en un exitoso héroe de acción en películas como Protegiendo al enemigo, X-Men Orígienes: Wolverine y, por supuesto, Deadpool y Deadpool 2.
“Hacía años que queríamos trabajar juntos con Shawn. Hace tiempo que soy fan de él, no sólo como artista sino también como persona”, explica Reynolds. “Creo que él vio las mismas cosas que yo en la historia. Yo extraño las historias de cumplimiento de los deseos, y esto me hizo pensar en eso; y creo que a Shawn le pasó algo parecido”.
Conscientes de que implicaría un trabajo enorme, ambos rápidamente se sentaron con el guionista Zak Penn (Ready Player One: Comienza el juego) a pulir el guion y repasar cada una de las escenas para asegurarse de crear ese mundo de la manera correcta. “Si a alguien quieres a tu lado para crear mundos, ése es Shawn, porque no sólo tiene una gran experiencia en el tema, sino que además es tan bueno”, explica Reynolds.
Levy, entre cuyas películas se incluyen la trilogía de Una noche en el museo, Una noche fuera de serie y GIGANTES DE ACERO, había pasado los últimos años consolidando su productora 21 Laps. Una época prolífica que derivó en la creación de la exitosa serie de Netflix “Stranger Things” y la taquillera y aclamada película La Llegada, entre otras. Levy explica: “Cuando terminé la franquicia Una noche en el museo, decidí dar un paso atrás para decir que no a algunas cosas y enfocarme en el desarrollo de mi compañía de producción. Tuvimos muy buena suerte con La Llegada y “Stranger Things”, y además yo estaba dirigiendo algún que otro episodio de las distintas temporadas de “Stranger Things”, así que no fue difícil rechazar las películas que no cuajaban”.
El guion de Lieberman (Los locos Addams) y Penn conjuga acción, humor y emoción a partes iguales, y resulta oportuno de un modo que nadie podría haber anticipado. “Desde un primer momento, FREE GUY: TOMANDO EL CONTROL fue concebida como una reflexión sobre el libre albedrío”, cuenta Lieberman. “¿Debemos aceptar nuestra situación en la vida, o es posible romper nuestra programación y cambiar el mundo que nos rodea? Cuando se me ocurrió la idea seis años atrás, no tenía ni idea lo premonitorio que se volvería este tema”.
“FREE GUY: TOMANDO EL CONTROL se trata en gran parte del viaje de evolución de este hombre que ha existido todo este tiempo únicamente dentro de un mundo armado y falso, y que tiene la candidez y la bondad de espíritu de las personas inocentonas”, señala Levy. “Como resultado, tenemos el humor que todos adoramos de esos personajes, pero también tenemos un protagonista con el que es fácil conectarnos, un héroe que todos apoyamos y cuyas luchas sentimos visceralmente, y cuyos triunfos celebramos con pasión”.
Al pasar de un segundo a un primer plano, Guy se va involucrando en todos los aspectos inaceptables de Free City. “Por un lado, la película supone un poquito una crisis existencial, pero con este trasfondo aspiracional de máximo empoderamiento en un mundo sin límites”, refiere Levy.
A pesar de que Guy vive en la realidad alternativa de un videojuego, para Levy las premisas de FREE GUY: TOMANDO EL CONTROL son universales. “Se trata de ese cambio de mentalidad que creo que todos anhelamos, un cambio del tipo: “Un momento, quizás mi vida puede ser más grande de la que me dieron”, señala Levy. “Quizás la vida no tiene que ser algo que me sucede, quizás es algo que yo puedo hacer, que yo puedo definir, quizás mi historia es algo que yo puedo reescribir a medida que la vivo. Creo que esa es una aspiración humana básica y universal”.