El fallido intento de asesinato contra el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha causado sorpresa e indignación en el mundo, haciendo ver que la lucha política en esa y otras naciones ha llegado a un nivel de intensidad que va creciendo a medida que pasa el tiempo. Parecía que hechos de esa naturaleza no serían repetidos en tiempos de mayor evolución cultural.
Lo notable del intento criminal es, entre otros, que este plan fue culminación de una intensa campaña contra el candidato de los republicanos de Estados Unidos. Esas acciones empezaron hace algo ms de cuatro años y se fueron intensificando con una serie de maniobras de la oposición, como, por ejemplo, los intentos frecuentes para desprestigiar al candidato republicano, pero que no hicieron mella a su campaña electoral, al extremo que más bien aumentaron la popularidad del personaje en cuestión.
A pesar de tantos proyectos para quitar popularidad a Trump, éste ya está siendo conceptuado por algunos analistas del ámbito político norteamericano como ganador de las elecciones presidenciales en noviembre próximo, tanto por su programa de gobierno como por el aprecio que recibió al ser víctima de críticas personales de mínima cuantía. Por otro lado, precisamente esas tentativas de desprestigio provocaron el crecimiento político de Trump, lo cual debe hacer pensar a los jefes de campaña publicitaria de la oposición para cambiar sus estrategias orientadas a disminuir el prestigio del contendor.
En esa serie de acciones en contra de Trump se incluye ahora la reciente tentativa de asesinato, que tenía la finalidad de evitar su ascenso político y llegada al poder. Ese último y desesperado intento criminal quizás sea la única forma de poner fin a su carrera política y dejar a Estados Unidos en la orfandad partidaria, ya que, por otra parte, el Partido Demócrata no tiene a mano un candidato que reemplace a Joe Biden, actual presidente de EEUU, que podría volver a candidatear, pero se lo cuestiona por su estado de salud debido a su avanzada edad, lo que pone en peligro la seguridad de su nación.
El fracaso de la gran campaña para eliminar al candidato Trump fue resultado, por otra parte, de la libertad en general en la vida política del país del Norte, por lo que aparecieron en escena las armas más increíbles que se pueda imaginar. Y es que, lamentablemente, en democracia se recurre a toda clase de maniobras y estrategias para combatir a los rivales en la carrera por tomar el poder y conducir al país por el camino de sus necesidades históricas.
Esos son los efectos del ataque contra Donald Trump, quien recibió un balazo en su oreja.