El Gobierno acude al financiamiento privado ante la falta de recursos, ya gestionó 3.893 millones de dólares para obras, proyectos, y va por más, esperan aprobación de 960 millones, para impulsar la inversión pública. El boom de los precios altos de las materias primas y de ingresos significativos, pasaron y ahora toca acudir al financiamiento externo.
“Nuestro Gobierno Nacional gestionó $us 3.893 millones en financiamiento para la ejecución de obras y proyectos que generan movimiento económico y obras en toda Bolivia. De este monto el 45% ya fue desembolsado para la construcción y equipamiento de centros de salud, carreteras, puentes, aeropuertos, riego tecnificado, agua y saneamiento, desarrollo turístico, electrificación rural, seguridad alimentaria y desarrollo agropecuario, desarrollo urbano, y la implementación de líneas de transmisión de electricidad”, escribió el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui en su cuenta X.
Ahora van por más créditos, a pesar de que el anterior financiamiento todavía no fue ejecutado, mientras tanto la deuda externa va en aumento, y sumado a la interna, la deuda pública llega al 80% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Para seguir generando obras y movimiento económico pedimos a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que puedan aprobar los financiamientos bloqueados por más de $us 960 millones”, informó la autoridad en conferencia de prensa el pasado martes.
En la Cámara de Senadores, están paralizados cuatro proyectos y uno rechazado por más de $us 503 millones, y en Diputados cinco proyectos pendientes por más de $us 460 millones, informó la autoridad.
ILIQUIDEZ
En su momento, el economista Gonzalo Chávez, coincidió con la opinión del exdirector del Banco Central de Bolivia, Gabriel Espinoza, por separado, sobre el problema que atraviesa el gobierno de iliquidez y falta de solvencia, aunque en este último el gobierno asegura que tendrá recursos a futuro con las sobras sen marcha, como el biodiesel, el litio y la siderúrgica del Mutún.
Para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, a medida que fue cayendo los ingresos estatales, el gasto público no lo hizo de la misma manera, y para costear se buscaron nuevas fuentes de financiamiento externas e internas.
No tanto direccionado la inversión pública, sino más bien al gasto corriente, además la ejecución no pasa del 50% del financiamiento gestionado por más de 3.000 millones de dólares, en la pasada gestión.
“Todo apuntaría a nuevos préstamos direccionados a cubrir parte del gasto público, como operaciones de funcionamiento, compra de activos, financiamiento de empresas estatales, adquisición de carburantes y pago del servicio de la deuda externa.
Lamentó que se use futuros créditos para el pago de otros financiamientos, lo que generará un elevado costo social en el futuro. “Lo único que se hace es tapar un bache con otro bache”, agregó.
Romero coincide con opinión de otros economistas, por separado, al indicar que el modelo económico era sostenible cuando había ingresos extraordinarios, por la venta de gas, pero sin recursos quedó caduco y amerita un cambio necesario, y fomentar las exportaciones para generar mayores ingresos.