lunes, agosto 19, 2024
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Aciago precedente para democracias

David Foronda H.

Lo que aconteció en las elecciones de Venezuela es un nefasto precedente para las democracias del mundo. Ello se desprende de informes recientes de un panel de expertos de Naciones Unidas, dice la agencia internacional EFE, cuya nota titula: la ONU constata que actas publicadas por la oposición son originales. “Un panel de expertos de la Organización de Naciones Unidas señaló que la gestión de resultados hecha por las autoridades electorales del régimen venezolano tras las elecciones del pasado 28 de julio careció de las “medidas básicas de transparencia e integridad, son esenciales para celebrar elecciones creíbles”, asegura. Partes salientes de la noticia indican:
En un reporte interno, el panel de cuatro expertos electorales hizo hincapié en la declaración hecha por el Consejo Nacional Electoral (CNE), según la cual Nicolás Maduro fue reelegido para un tercer mandato consecutivo en las elecciones del 28 de julio. Los anuncios del CNE el 29 de julio y 2 de agosto, “sin la publicación de sus detalles o la entrega de resultados tabulados a los candidatos no tiene precedentes en elecciones democráticas contemporáneas”. Los anuncios consistieron en comunicaciones orales sin soporte infográfico. De hecho, el CNE aún no ha publicado “ningún resultado (o resultados desglosados por mesa electoral), para respaldar sus anuncios orales según lo previsto en el marco legal para las elecciones”, agrega. El informe de la ONU señala que se ha podido observar una pequeña muestra de las actas de varios colegios electorales que son de dominio público, entre ellas las publicadas en internet por la oposición, las cuales “exhiben todas las características de seguridad de los protocolos de resultados originales”. El panel se refirió asimismo a las protestas ocurridas entre el 29 de julio y el 2 de agosto, las cuales han dejado un saldo de más de 20 personas asesinadas y más de 1.000 personas detenidas, cifras que, dice, “han seguido aumentando”.
El reporte recordó que el panel, que permaneció en Venezuela desde fines de junio hasta el 2 de agosto, fue invitado por el CNE y no se trató de una misión de observadores electorales, y por ende, no fue establecida para emitir un juicio público sobre el resultado de la elección. “Su objetivo fue seguir y reportar internamente al Secretario General de las Naciones Unidas sobre el proceso electoral y hacer recomendaciones para futuras mejoras”, ahondó.
Al respecto, muchos analistas del orbe hacen cuestionamientos a ese proceso electoral amañado. El mexicano Víctor H. Becerra se pregunta en una nota: ¿Se puede aún ser de izquierda, tras el fraude en Venezuela? Y enfatiza que la reciente elección en Venezuela, así como el fraude electoral posterior, son una lanza clavada en el costado de la izquierda latinoamericana. Más aún cuando algunas izquierdas han apoyado con su silencio o sus buenos oficios dicho fraude. Al respecto, basta ver las actitudes, declaraciones o ausencias de los gobiernos de izquierda de Brasil, Colombia y México. El silencio de las izquierdas de esos tres países y de muchas otras en Iberoamérica es un desafío enorme para su viabilidad futura y la credibilidad de su oferta política ante el electorado de nuestros países. Tras su silencio y aquiescencia cómplice, ¿serán capaces de seguir atribuyéndose alguna autoridad moral? También pudieron hacerse de la vista gorda con casos de corrupción gigantesca como los de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia o la del sandinismo en Nicaragua, pero difícilmente será el caso en esta ocasión, por la prominencia que ha adquirido el caso venezolano gracias a la lucha opositora, incluso fuera de nuestra región.
Cuanto peor esté Venezuela, más izquierdistas, como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Camila Vallejo, José Luis Rodríguez Zapatero, Joseph Stiglitz y otros, intentarán argumentar que Venezuela no construyó el socialismo real. Dirán que Maduro fue simplemente un dictador ultraderechista, y que el chavismo no fue verdadero socialismo. Pero ya nos sabemos la cantaleta. Por eso hay que recordarles una y otra vez, cómo ellos fueron los arrebatados garantes y promotores del socialismo del Siglo XXI.

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