A dos décadas del fallecimiento de Nilo Soruco y medio siglo del lanzamiento de La caraqueña, su más famosa canción de protesta, varios artistas se reunirán para rendir homenaje al destacado trovador tarijeño.
Será el miércoles 28 de agosto, a horas 20:00, en el Teatro Nuna, ubicado en la Calle 21 de Calacoto No. 8509 (Parada PumaKatari), zona sur de la ciudad de La Paz.
“El Quijote Cósmico – Tributo a Nilo Soruco” es el nombre del evento que tendrá los siguientes invitados de lujo: Giovana Angola, Edwin Mendoza Bass, Luis Guillen (Batería Andina boliviana), Cristian Mercado (Kintanojara), Cristhian Benítez, Boris Méndez (Armadura), Luis Mario Viviani Burgos, Mauricio Segalez, René Hamel (Radio Cutipa), Cesar Junaro (Savia nueva), Freddy Mendizábal (Say No More), la Compañía Nacional de Danza (CONADANZ), Alfonseka (Marraketa Blindada) y Zemlya Soruco.
A continuación, Marco Basualdo nos sumerge en la vida del poeta, cantante y compositor boliviano.
“Su biografía dice que fue el cantautor que compuso desde el dolor las canciones más emotivas del catálogo nacional. Su niñez precaria y una profunda conciencia social lo marcaron como el compositor que estampó una época, donde el canto revolucionario soñaba con cambiar el curso de las cosas en un ambiente hostil para las ideas libertarias. Aquello le provocó su expatriación, cuyo tormento se tradujo en el combustible de inspiración para una obra que es siempre recordada. Como hoy, a 50 años de su composición más sonada, La Caraqueña, y a 20 de su llorado fallecimiento.
Nilo Soruco Arancibia nació el 6 de julio de 1927 en el barrio de San Roque, Tarija. De pequeño fue influido en los rubros de la literatura popular y la música, por sus padres y abuelo, este último el reconocido poeta tarijeño José Electo Díaz. La necesidad lo obligó a trabajar como lustrador de zapatos y vendedor de periódicos, aunque también empezó a mostrar desde muy chico su atracción por la música, siendo la guitarra su primer instrumento. En esa tarea, tuvo la oportunidad de conocer a Pió “Senca” Martínez, quien es considerado el padre de la cueca tarijeña, se quedaba extasiado escuchándolo cantar sus cuecas y a los trece años, sentado a las orillas de su rio natal, nace su genio creador, es así que compone su primera cueca titulada “A orillas del Guadalquivir”. “Gracias a la ayuda del profesor Mario Estenssoro Vásquez, Nilo ingresó a la Escuela Normal de Maestros Urbanos de Sucre y se graduó como profesor de música en 1951. Durante esa época, compuso la cueca ‘Amancaya Amancayita’”, según narra su biógrafo orureño Alfredo Soliz Béjar.
Tras ejercer como docente y debido a su alta sensibilidad social, un ya maduro Nilo se involucró en la lucha sindical del magisterio y posteriormente conoce al poeta Oscar Alfaro, quien lo invitó en 1951 a formar parte del Partido Comunista de Bolivia, para el que compuso la canción “Bandera Roja” como carta de presentación. Tres años más tarde, Nilo contrajo matrimonio con María Victoria Olga Verdún Cossio, con quien tuvo tres hijas: Zemlya, Sonia y Violeta (…).
Debido a su importante liderazgo, en 1969, el músico asumió la dirección nacional del Magisterio de Bolivia, mientras continuaba con su actividad artística al frente del grupo Los Montoneros de Méndez, con el que inició una gira por la Unión Soviética en 1971, semanas después de que el militar de izquierda Juan José Torres fuera víctima de un Golpe de Estado de parte del general Hugo Banzer Suárez, quien iniciaría una caza de brujas de quienes consideraba “soviets de Bolivia”, entre ellos Nilo Soruco. “Pese a las advertencias de algunos conocidos, mi padre llegó de su gira a El Alto en los primeros días del mes de septiembre de ese año (…) Ni bien pisa el suelo paceño se declara en la clandestinidad, sin dinero y solo apelando a la ayuda de los compañeros del partido para subsistir (…). Así pasó más de dos años”, narra (su hija) Zemlya.
El 22 de septiembre de 1973, sería la fecha bisagra que marcaría la vida del cantante, cuando él y su hermano menor José fueron apresados en pleno centro paceño (…). Nilo fue torturado durante doce horas, por ello perdió uno de sus tímpanos, además de sufrir la rotura de dos costillas y sus manos, que fueron maltratadas para que nunca más pueda tocar el instrumento que tanto amaba.
LA OBRA
Estando preso en la cárcel de San Pedro, la familia se vio en la necesidad de cambiar su estructura de vida. Es así que se toma la decisión del traslado de Zemlya, su hija mayor, a realizar sus estudios profesionales en la ciudad de La Paz, para que pueda estar en contacto con su padre, realizando visitas periódicas al Panóptico Nacional. Permanece preso por casi un año, mientras su esposa, pensando en su hija mayor, por el peligro que ella corría, decide tramitar su exilio a Caracas-Venezuela, saliendo el 9 de septiembre de 1974 desde la cárcel al avión. Fue allí donde compuso el himno de los exiliados y perseguidos políticos, en ritmo de cueca, titulado “La caraqueña” que, según el periodista y escritor Julio Peñaloza, “se trata en realidad de la versión combativa contra el autoritarismo, que supimos cantar a voz en cuello en esos tiempos (…). La liberación nacional tuvo mucho que ver entonces con la creatividad y los textos de nuestros músicos y poetas” (…).
Zemlya explica que la obra de su padre “tiene dos facetas, la popular y poética que canta al amor, desamor, a la naturaleza, y la obra comprometida con las vivencias y las luchas de su pueblo que canta las injusticias, las denuncias. Y por otra parte nos convoca a la unidad, a compartir, a respetar y a solidarizarse con las luchas del pueblo por un mundo mejor para todos. Su optimismo está presente en sus dos facetas. Ambas son testimonios vivos de las vivencias que transitó”. Esas facetas generaron un culto a Nilo que hoy confirma su vigencia.
Por ello, en torno a los 50 años del lanzamiento de “La caraqueña” y a los 20 de la partida del barbado guitarrista y poeta, se ha alistado una serie de homenajes a su figura. La Biblioteca Biográfica de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) lanzó en julio pasado la “Biografía musicalizada de Nilo Soruco. La vida es linda”, del antropólogo Eduardo Hurtado Valdivia. Asimismo, el artista y activista hiphopero Alfonso Aramayo, conocido artísticamente como Marraketa Blindada, está organizando (…) el evento denominado “El Quijote Cósmico- Tributo a Nilo Soruco” con un puñado de invitados que interpretarán sus canciones.
“El 2008 ya le hicimos un homenaje con la visita de su hermano José, que vino desde Venezuela sólo para el encuentro. La idea es continuar con el legado de un hombre que trasciende lo artístico, que fue un político de armas tomar, que fue leal con sus ideas y con sus compañeros de luz”, explica Aramayo (…)
ENTRADAS
Quienes deseen asistir al Tributo a Nilo Soruco, pueden adquirir sus entradas siguiendo el enlace:
https://www.nunaespacioarte.com/…/499_el-quijote…
O también en la boletería del Teatro Nuna, de 16:30 a 20:30 horas, de miércoles a domingo.
Más información: 63090822 https://wa.link/w4cnat