El pasado fin de semana, Elon Musk recibió una noticia desfavorable para su negocio: Brasil, uno de los mayores mercados globales, ha suspendido el acceso a la red social X por orden judicial. La razón detrás de esta decisión es que la legislación brasileña exige que las empresas que operan en el país cuenten con representación legal, pero X cerró su oficina en Brasil el 17 de agosto.
El bloqueo se produjo tras una orden de la Corte Suprema de Brasil, que el viernes dispuso la suspensión de X en todo el país debido a que Musk se negó a designar un representante legal. Esta situación ha intensificado una larga disputa relacionada con la libertad de expresión, las cuentas de extrema derecha y la desinformación que circula sin control en esta plataforma.
La inactividad de la red social de Musk comenzó en la madrugada del sábado, cuando X se volvió mayormente inaccesible tanto en su versión web como a través de aplicaciones móviles. El juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, había otorgado a Musk un plazo para nombrar un representante legal en Brasil, plazo que no fue cumplido por el CEO de X.
La Corte Suprema ya había emitido órdenes para bloquear varias cuentas en X como parte de una investigación más amplia sobre la propagación de información falsa y discursos de odio que amenazan la democracia brasileña.
Conflicto entre Musk y la justicia brasileña
Musk ha criticado a De Moraes, acusándolo de restringir la libertad de expresión en el país. Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que Musk debe cumplir con las leyes locales. «Cualquier ciudadano del mundo que invierta en Brasil está sujeto a nuestra constitución y leyes», declaró Lula da Silva. También rechazó los comentarios despectivos de Musk, afirmando: “No puede insultar a los presidentes, representantes, al Senado, a la Cámara ni a la Corte Suprema”.
Brasil representa un mercado crucial para X, que ha enfrentado una disminución en sus anunciantes desde la llegada de Musk. Aproximadamente 40 millones de brasileños, alrededor de una quinta parte de la población, utilizan X al menos una vez al mes, según Emarketer. Las cuentas que han sido cerradas previamente por orden brasileña incluyen legisladores del partido de derecha del expresidente Jair Bolsonaro y activistas acusados de socavar la democracia.
En medio de esta situación, Bluesky, una nueva plataforma de redes sociales lanzada el año pasado como alternativa a X, ha visto un aumento significativo en su base de usuarios brasileños en los últimos días. La compañía informó que logró registrar un millón de nuevos usuarios en solo tres días.
Esta disputa se inició en abril, cuando el juez ordenó la suspensión de numerosas cuentas en X acusadas de difundir desinformación. En respuesta a esta decisión, Musk declaró: «La libertad de expresión es fundamental para la democracia, y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos». La compañía cerró su oficina en Brasil a principios de agosto, alegando que su representante había sido amenazada con arresto si no cumplía con órdenes que Musk calificó como «censura».
El juez Moraes había dispuesto que las cuentas acusadas de difundir desinformación (muchas asociadas al ex presidente Jair Bolsonaro) fueran bloqueadas durante la investigación. Además, afirmó que los representantes legales de X serían responsables si alguna cuenta se reactivaba.
X enfrenta multas por negarse a cumplir con estas órdenes y tanto la empresa como Musk se han alineado con críticos en Brasil al acusar al juez de ser parcial. Según la orden judicial, la prohibición permanecerá vigente hasta que X designe un nuevo representante legal en el país y pague las multas correspondientes por violar la ley brasileña.