Discurso presidencial y futuro financiero

En el discurso que el pasado domingo pronunció el presidente Luis Arce Catacora, afirmó que la crisis económica que padece el país, después de la “época de bonanza” del régimen presidido por Evo Morales, tiene varias causas, entre las cuales destacó “la más alta inflación mundial y la crisis climática”. Así mismo remarcó que la nacionalización de los hidrocarburos por el gobierno de Evo Morales no fue cuidada y no se dio trato adecuado a YPFB, para que esta empresa estatal invirtiera para descubrir nuevos campos de gas a fin de cubrir las necesidades del país. Y, en particular, se refirió a la escasez de dólares en la actualidad, manifestando que, al reducirse la producción de hidrocarburos, el país recibe muchos menos dólares por su venta. También dijo que los empresarios exportan menos y que gastan más dólares en importaciones.
No dejó de culpar, por la crítica situación económica que sufre el Estado Plurinacional, a los diputados y senadores de la Asamblea Legislativa, que no aprueban convenios de créditos con países e instituciones financieras del exterior, como si esas medidas crediticias no estuviesen endeudando al país mucho más de lo que está y que le atan de pies y manos por mucho tiempo, quizá decenios.
Tan agudas críticas se han extendido a la COB, que se ha lanzado contra los legisladores con una marcha que apoyaba el endeudamiento del país. Y es que presiona con acciones de hecho para la aprobación legislativa de créditos externos, lo cual también ha puesto en tela de juicio la posición política de ese organismo sindical que, pese a todo, ha perdido influencia en la actualidad.
En el centro de su discurso, el presidente Arce mencionó sus planes económicos, indicando que el gobierno se enfoca en la creación de más empresas estatales, pero lo hace sin resolver la crisis de hidrocarburos que aflige al país y que tiene costos cada vez más elevados, porque se consume cada vez más grandes cantidades de gas y gasolina. Con mucho detalle dijo que habrá grandes inversiones y esfuerzos. Sin embargo, no indica cuándo se harán realidad y darán frutos, lo que, al parecer, será a largo plazo, vale decir alrededor de una década. Por ello esos beneficios no los podrán ver en los próximos años y la crisis seguirá amenazando con sus garras a las finanzas del país.
Otro aspecto notable del programa financiero del presidente es que no toca otros problemas capitales del país, que son también causas del amenazante colapso que se perfila en el horizonte. En esa forma, los economistas de “Chuquiago marca” tendrán la oportunidad de demostrar que las universidades ofrecen buenos profesionales.