viernes, septiembre 27, 2024
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Otro atentado contra el medio ambiente

Desde que el MAS llegó al poder en 2006, se pregonó hasta el cansancio la cantaleta de que prevalecería el respeto a la Madre Tierra y de que se gobernaría escuchando al pueblo. A casi veinte años de gobiernos masistas, varios hechos demuestran lo contrario. Y es que prevalece la política de extraer recursos naturales sin control, sin tomar en cuenta las consecuencias para la población en general. En muchos casos, esa explotación salvaje favorece a los partidarios del oficialismo, que no tienen interés en respetar a la naturaleza y si en obtener jugosas ganancias y generalmente sin tributar al Estado.
Ese es el caso de quienes ingresan a parques nacionales, provocando incendios pavorosos para ampliar la frontera agrícola, traficar con tierras, extraer minerales, cazar animales, etc. Tales actividades depredadoras son cometidas ante la inoperancia o complicidad de organismos estatales que deberían proteger el medio ambiente.
Pero también la minería irregular y algunas cooperativas, cuya naturaleza ha sido desvirtuada, pues ahora funcionan como empresas, con capitales foráneos, pugnan por obtener permisos para ingresar a zonas con minerales. Este sector, afecto al MAS, avanza sin control y goza de apoyo gubernamental. De otra manera no se explica por qué varios pueblos denuncian actividades mineras que contaminan tierras y cursos de agua, con peligro para la salud de sus habitantes.
En ese sentido, hace poco mediante redes sociales la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) ha denunciado que se estaría pretendiendo realizar actividades mineras en las faldas del nevado Huayna Potosí, en la comunidad María Llokho, del Departamento de La Paz, lo que “afectaría a una de las tres subcuencas que alimentan al embalse Tuni, el principal reservorio que alimenta de agua potable a las ciudades de El Alto y parte de La Paz”. Además, allí está la Estación Científica Experimental Huayna Potosí de la UMSA, que por el hecho denunciado podría perder la categoría de Observatorio Climático Internacional.
Como se deduce, una actividad minera sin control en dicho lugar podría afectar la provisión de agua potable para esas dos ciudades. Pero el extractivismo minero afecta también a otras zonas del país, causando contaminación por el uso de químicos como arsénico, mercurio y otros, sin que las autoridades muestren voluntad para evitar daños a la salud, además que tierras quedan estériles y se reduce la producción de alimentos. Cabe recordar que la cuenca del río Pilcomayo, la Cuenca del lago Poopó, son afectadas por la minería. Mientras que en la cuenca de los ríos Mapiri y Kaka, la Cuenca Laguna Suches y Área de Manejo Integrado de Apolobamba, la Cuenca de Lata del río Tuichi y Virgen del Rosario, se explota oro. En todo caso, para verdaderamente respetar a la madre tierra y gobernar escuchando al pueblo, corresponde al gobierno de turno asumir medidas para conservar nuestro patrimonio natural, hoy en grave riesgo.

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