viernes, septiembre 27, 2024
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Se acerca a Florida

Huracán Helene amenaza con una peligrosa marejada

El huracán Helene alcanzó categoría 3 el jueves y los expertos temen que se fortalezca a categoría 4, mientras avanza por el Golfo de México hacia Florida y amenaza con provocar una peligrosa marejada ciclónica en el noroeste del estado norteamericano, además de llevar vientos peligrosos, lluvias y la posibilidad de inundaciones tierra adentro en buena parte del sudeste de Estados Unidos, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).

El huracán estaba ayer a unos 315 kilómetros al sudoeste de Tampa con vientos sostenidos de 179 km/h, según el NHC. El centro de la tormenta previsiblemente tocará tierra en la zona de Big Bend, en la costa de Florida, esta noche.

Las autoridades emitieron fuertes advertencias, pidiendo a los residentes en las zonas costeras a lo largo de la trayectoria del huracán para evacuar antes de que lleguen los vientos catastróficos y una marejada ciclónica potencialmente mortal, una pared de agua de mar empujado a tierra por los vientos huracanados que podría elevarse a 6,1 metros en algunos puntos.

«No se trata de un acontecimiento al que puedan sobrevivir las personas que viven en zonas costeras o bajas», dijo Jared Miller, comisario del condado de Wakulla, donde se prevé que Helene toque tierra. «Por favor, atiendan las órdenes de evacuación en vigor, ya que se está acabando el tiempo para hacerlo».

Helene ya es de categoría 3 antes de tierra en la costa noroeste de Florida. Para la madrugada del jueves, las alertas de huracán e inundación se extendían mucho más allá de la costa hasta el centro sur de Georgia. Los gobernadores de Florida, Georgia y las Carolinas declararon el estado de emergencia en sus estados.

La tormenta es tan grande que zonas unos 145 kilómetros al norte de la línea entre Georgia y Florida podían esperar condiciones de huracán. Podría provocar fuertes lluvias en estados interiores como Tennessee, Kentucky e Indiana.

El Servicio Meteorológico Nacional en Tallahassee esperaba marejadas ciclónicas de hasta 6 metros y advirtió que podría ser especialmente «catastrófica y no sobrevivible» en la bahía de Apalache. Añadió que los fuertes vientos y los intensos aguaceros también plantean riesgos.

«Esta previsión, si se cumple, es un escenario de marejada de pesadilla para la bahía de Apalache», dijo la oficina. «Por favor, ¡tómense en serio cualquier orden de evacuación!».

La marejada ciclónica es el agua del océano empujada hacia la costa por los vientos de la tormenta. Históricamente, ha sido la principal causa de muerte por huracanes. Si la marejada ocurre durante la marea alta, puede tener efectos de gran alcance.

En Crawfordville, tierra adentro y unos 40 kilómetros al noroeste de la bahía de Apalache, Christine Nazworth acomodaba agua embotellada, productos de panadería y comida preparada en Walmart. Dijo que su familia se refugiaba en casa, pese a que el condado Wakulla había emitido una orden obligatoria de evacuación.

«He rezado», dijo. «Que el Señor tenga piedad de nosotros. Y de todo el mundo que esté en su camino».

Wakulla fue uno de los condados que emitió órdenes de evacuación. A lo largo de la costa del Golfo en Florida, distritos escolares y varias universidades cancelaron las clases.

Aunque es probable que Helene se debilite conforme se adentra en tierra, su «rápida velocidad de desplazamiento permitirá que vientos fuertes y dañinos, especialmente ráfagas, penetren mucho en tierra en todo el sureste de Estados Unidos», incluido el sur de los montes Apalaches, advirtió el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. El centro emitió avisos de tormenta tropical que llegaban a Carolina del Norte y advirtió que buena parte de la región podría sufrir apagones prolongados, caídas de árboles e inundaciones peligrosas.

Helene inundó partes de la península mexicana de Yucatán el miércoles, donde inundó calles y derribó árboles a su paso frente a la costa y rozando el balneario de Cancún.

La tormenta se formó el martes en el mar Caribe. En Cuba, el gobierno cortó la electricidad de forma preventiva en algunas poblaciones, mientras olas de hasta 5 metros golpearon la bahía de Cortés. En las Islas Caimán, las escuelas cerraron y los residentes bombeaban agua de casas inundadas.

En Atlanta ya llovía el miércoles por la noche mientras los compradores vaciaban las estanterías de botellas de agua en un supermercado Kroger al este del centro. El Servicio Meteorológico Nacional en Atlanta emitió alertas de inundación para buena parte del estado.

Charles McComb dijo que aún le costaba creer que Helene pudiera afectar gravemente a la ciudad, que está a más de 400 kilómetros en el norte del Golfo de México. «Sería muy excepcional que llegara tanto tierra adentro», dijo Charles mientras compraba agua, pan y embutido.

Sin embargo, le preocupaba quedarse sin electricidad. «Sí que vivo en una zona donde no hace falta mucho para que se vaya la luz», comentó.

Se esperaba que Helene fuera una de las tormentas más amplias que golpean la región en años, dijo el investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado Phil Klotzbach. Desde 1988, sólo tres huracanes en el Golfo fueron mayores que el tamaño previsto para Helene: Irma en 2017, Wilma en 2005 y Opal en 1995. (La Nación, AP y Reuters)

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