Ratifica que guerra en Ucrania sirve a Rusia para aumentar su armamento

El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, reiteró una vez más que la actual ofensiva sobre Ucrania “es solo el principio” para la Rusia de Vladimir Putin, que con los años incrementa cada vez más su capacidad armamentística y podría suponer en el futuro una amenaza mayor.
“Estamos siendo testigos de cómo Rusia está incrementando rápidamente su producción de armas y aumentando drásticamente sus fuerzas armadas”, manifestó Pistorius ante el Parlamento de Lituania, donde señaló que lo ocurrido en Ucrania debe interpretarse como la “última llamada de atención” a Occidente.
Así las cosas, el ministro germano aseveró que para el presidente Putin, el estilo de vida libre y democrático es su verdadero enemigo, a la par que trata de socavar la cohesión entre los Estados miembro de la Unión Europea y los países de la OTAN con métodos híbridos como ciberataques.
“Las Fuerzas Armadas alemanas están preparadas para convertirse en un pilar central de la disuasión y la defensa convencionales en Europa”, señaló Pistorius, que también aseguró estar trabajando para que el Ejecutivo germano se comprometa a elevar el gasto en defensa por encima del dos por ciento del PIB.
Asimismo, el ministro de Defensa alemán reconoció sus planes para introducir un nuevo modelo de servicio militar obligatorio, aludiendo a que “los tiempos han cambiado” y que solo con esta herramienta “podrán sobrevivir las Fuerzas Armadas (de Alemania) en caso de guerra”.
Alemania inició a comienzos de abril el despliegue permanente de tropas en Lituania, una medida encaminada a reforzar el flanco oriental de la Alianza Atlántica tras un acuerdo de seguridad firmado entre Berlín y Vilna a finales de 2023 y con la guerra en Ucrania como telón de fondo.
En este sentido, Pistorius indicó que los militares alemanes pronto trabajarán “hombro con hombro” con las Fuerzas Armadas de Lituania. Está previsto que Berlín llegue a desplegar hasta 5.000 de sus militares en las localidades de Rudninkai y Rukla en un proceso que se estima que culmine en 2027. (Dpa y Europa Press)