El nuevo primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, definió ayer la baja natalidad y despoblación que vive el país como «una emergencia silenciosa», en un discurso en la Dieta (Parlamento), tras asumir el cargo el pasado martes. Según el Banco Mundial, el país tiene la población más envejecida del mundo después de Mónaco.
«La caída de natalidad y sus consecuencias, que son la reducción de la población, son un tema clave para la nación», sostuvo Ishiba. En este sentido, el mandatario apuntó a la situación en los hogares y destacó la importancia de hacer que las familias con hijos «estén felices» y se comprometió a escuchar las opiniones de diferentes generaciones e incrementar los esfuerzos.
Japón, como numerosos países industriales, se enfrenta a una crisis demográfica, con una población envejecida y una tasa de natalidad por los suelos. El año pasado, su índice de natalidad se estableció en 1,2; muy por debajo de los 2,1 niños necesarios para mantener el nivel de la población. Entre las propuestas que puso sobre la mesa se encuentra la posibilidad de establecer horarios de trabajo flexibles.
ECONOMIA
En temas económicos, Ishiba expresó su intención de subir más de un 40 por ciento el salario mínimo medio a nivel nacional antes de que termine la década, para atenuar los efectos de la inflación y estimular el consumo. «Continuaremos trabajando con el objetivo de una media nacional de 1.500 yenes (9,30 euros)» la hora para 2030, respecto al salario actual de 1.050 yenes, aseveró.
«Conseguiremos aumentos salariales superiores al alza de los precios, estimulando la productividad de los individuos y aportando valor añadido», declaró. También prometió restaurar la confianza en la política tras una serie de escándalos en su partido. «Es responsabilidad de la política reconstruir un Japón seguro, protegido y próspero, ganando la comprensión y la empatía del pueblo», apuntó.
Respecto a la política internacional, advirtió de la posibilidad de que lo que ocurre hoy en Ucrania «podría ser Asia Oriental mañana». «¿Por qué no funcionó la disuasión en Ucrania?», subrayó, en una alusión velada a los temores de una invasión china de Taiwán, y expresó su determinación de hacer que los lazos bilaterales con Corea del Sur sean «más sólidos y de mayor alcance». (Dw, Efe y Afp)