lunes, octubre 7, 2024
InicioSeccionesOpiniónNo deja de llamar la atención

No deja de llamar la atención

Severo Cruz Selaez

La batalla política, tras bambalinas, nos ofrece un espectáculo poco plausible. Adquiere, en consecuencia, diferentes tonalidades, rostros y posturas, unas veces moderadas y otras radicales. En ese entrevero tiene su espacio el cálculo político. Que no deja de llamar la atención de oficialistas y opositores.
El cálculo político implica la búsqueda de una posibilidad. Es el afán de alcanzar cierto objetivo, cuando se hayan dado o no, las condiciones objetivas y subjetivas. Pero no siempre arroja certeza, sino que tiene enormes falencias. Muy pocas veces se dice “le ha dado en el clavo”, pues es un mero cálculo. El accionar perturba la razón, nubla la visión y distorsiona la realidad. Y caen, en ese despropósito, hasta los más avezados políticos. Aquellos que buscaron, inclusive, rehabilitarse como candidatos.
A raíz del mal cálculo político, perdieron credibilidad muchos individuos, que creían ser insustituibles en la conducción de algunos sectores, durante el proceso democrático. La historia podría proporcionarnos al respecto datos muy importantes.
El cálculo político ha provocado, en diferentes circunstancias, el desencuentro. Ha privado, en particular, a los habitantes de las principales ciudades del país, de alimentos y medicamentos, en momentos más decisivos. Ha obstruido, mediante medidas extremas, como el bloqueo de caminos, actividades para atraer dólares, causando enormes pérdidas económicas. Ha promovido marchas, posiblemente estipendiadas, pero sin resonancia histórica. Que no se han constituido en paradigmas, ciertamente. Que tendieron cortinas de humo y estuvieron al margen de la realidad.
Ante este panorama desolador es necesario buscar puntos de coincidencia, para salvar, de veras, a Bolivia, inmersa en profunda crisis económica. Si no logramos este propósito, estaremos en la situación de siempre. Deberíamos abocarnos, por consiguiente, a construir una Bolivia exenta de odios, mezquindades, revanchismos y oportunismos, de cara a un mañana prometedor. Una Bolivia que responda a los retos del momento histórico y que despeje el camino de las penurias económicas. Que la angurria por el Poder no tenga espacio.
Hagámoslo con propuestas serias, convincentes y coherentes, en la perspectiva de mitigar los efectos de la crisis económica, consecuencia de la caída de las reservas de gas. “Economistas estiman que, por la pérdida del mercado argentino, Bolivia dejará de percibir alrededor de 700 millones de dólares y Fundación Jubileo señala que Brasil no podrá reemplazar a Argentina; mientras tanto, autoridades de hidrocarburos anunciaron que el alquiler de los gasoductos generará 10 millones de dólares, lejos de las ventas que pasaban los 6.000 millones” (*). Inhabilitando a supuestos “enviados”, que, hoy como ayer, pretenden someternos a sus designios. Sin prejuicios racistas, culturales, religiosos y otros. Con tolerancia a quienes piensan diferente y sin manipular a operadores de la justicia.
En suma: trabajemos, despojándonos de intereses bastardos, por un devenir favorable.

(*) “Fondo de vejez baja y beneficiarios aumentan”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 29 de septiembre de 2029.

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES