En “Vida y Salud”, la nota “¿Cuándo empezamos a ser viejos? La ciencia y la percepción actual”, de Carlos Diego Ibáñez, resulta alentadora. Dice: La pregunta de “cuándo empezamos a ser viejos” ha intrigado a todas las generaciones. Tradicionalmente se asociaba la vejez con llegar a los 60 años, pero hoy esta percepción ha cambiado radicalmente. Esto se debe en gran parte a los avances en la medicina, la nutrición y la calidad de vida en general. A medida que la esperanza de vida aumenta y nos mantenemos activos durante más tiempo, la línea entre la juventud y la vejez se vuelve más borrosa. Entonces, ¿cuándo realmente comenzamos a ser “viejos”?
Se creía que la vejez comenzaba alrededor de los 60 años, pero un estudio reciente sugiere que este umbral ha cambiado. En un seguimiento a más de 14.000 personas entre 40 y 85 años, se descubrió que la percepción de la vejez se ha desplazado. Según el mismo, la vejez se comienza a percibir después de los 75 años. Por ejemplo, los participantes de 70 años indicaron: la vejez no comienza hasta los 80, mientras que, en los años 1990, la percepción era que se iniciaba a los 60. Este cambio muestra cómo hemos evolucionado en nuestra manera de ver el envejecimiento.
La Organización Mundial de la Salud divide la vida en etapas claras: la madurez comienza a los 34 años, la mediana edad a los 60, y la tercera edad a los 74-78. Estas clasificaciones si bien no reflejan del todo cómo nos sentimos en cada etapa, desde los 30 años, muchos comienzan a notar pequeñas diferencias en su metabolismo y cuerpo. Sin embargo, esto no se debe interpretar como el fin de la juventud, explica.
“Vivimos una época en la que la esperanza de vida ha aumentado en forma considerable, y gracias al avance en medicina y tecnología muchas personas llegan a 70 u 80 años en estado físico y mental excelente. Otras viven más allá de los 80, y ya no es raro ver a mayores de 70 años llevar una vida saludable y activa. Esto nos obliga a replantearnos cuándo comienza realmente la vejez. Este fenómeno hace que la vida parezca más larga y que la juventud dure más. Sentirse joven a los 50 no es raro hoy, y tenemos múltiples herramientas que permiten mantener una vida activa y satisfactoria durante más tiempo: una dieta equilibrada es esencial para el bienestar físico-mental en cualquier etapa de la vida, pero se vuelve más importante a medida que se envejece. Comer alimentos ricos en nutrientes -frutas, verduras, proteínas y grasas de distintas fuentes- retrasa los efectos del envejecimiento. Especialmente el ejercicio que fortalece los músculos y mejora el equilibrio, es crucial para mantener una buena calidad de vida en la vejez. Mantener actitud positiva y buscar apoyo emocional cuando sea necesario puede marcar una gran diferencia en cómo envejecemos. Es inevitable, y cómo afrontarlo, depende de nosotros. Rodéate de personas que te hagan sentir bien, duerme lo suficiente, evita el estrés, mantén una vida activa, física y mentalmente. ¿Tiene 75 años?, entonces siéntase joven.
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