Dos «cascos azules» de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (Finul) resultaron heridos ayer en un nuevo ataque ejecutado por el Ejército de Israel contra el cuartel general de la misión en la ciudad de Naqoura, situada en el sur de Líbano, según denunció la misión, que recordó que es el segundo incidente de este tipo en 48 horas.
«Esta mañana, la sede de la Finul en Naqoura se ha visto afectada por explosiones por segunda vez en las últimas 48 horas», denunció en un comunicado, en el que detalla que las explosiones tuvieron lugar «cerca de una torre de observación», antes de agregar que uno de los heridos tuvo que ser trasladado a un hospital en Tiro.
Asimismo, afirmó que un buldócer del Ejército de Israel derribó varios muros en una posición situada cerca de la localidad de Labuné, mientras que carros de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) «avanzaron en las proximidades de la posición de la ONU», donde continúan desplegadas las fuerzas de pacificación y a donde fue enviada «una fuerza de reacción rápida para ayudar y reforzar la posición».
«Estos incidentes ponen de nuevo en grave peligro a las tropas de pacificación de la ONU, que sirven en el sur de Líbano a petición del Consejo de Seguridad, bajo la resolución 1701 de 2006», manifestó, al tiempo que incidió en que estos sucesos son «graves».
«La Finul reitera que debe garantizarse la seguridad del personal y los bienes de Naciones Unidas y que debe respetarse en todo momento la inviolabilidad de las instalaciones de la ONU», recalcó. «Todo ataque deliberado contra el personal de mantenimiento de la paz constituye una grave violación del Derecho Internacional Humanitario y de la resolución 1701», sostuvo.
La misión no se pronunció sobre la nacionalidad de los «cascos azules» heridos, si bien los medios libaneses señalan que tienen nacionalidad ceilandesa. El Gobierno de Sri Lanka no emitió por ahora comunicado alguno sobre el suceso, mientras que fuentes del Ministerio de Defensa de España informaron de que todos los militares españoles están bien.
Posteriormente, el Ejército de Israel señaló que «el incidente está siendo investigado», sin pronunciarse sobre su responsabilidad en el ataque, tal y como recogió el diario «The Times of Israel».
DENUNCIA DE LÍBANO
Por su parte, el Ministerio de Exteriores libanés condenó «los ataques sistemáticos y deliberados por parte del Ejército de Israel contra la Finul» y denunció que el último ataque dejó varios heridos en las filas de la misión.
«Los reiterados ataques israelíes contra las fuerzas de pacificación y la reclamación ilegal para que abandonen sus posiciones en el sur de Líbano son contrarios a su mandato, determinado por el Consejo de Seguridad de la ONU, y constituye un peligroso precedente», señaló.
En este sentido, recalcó que los ataques «confirman nuevamente la violación por parte de Israel de la legitimidad internacional y su fracaso a la hora de cumplir las leyes y normas internacionales», antes de abundar en que «podrían constituir un crimen de guerra, además de una violación flagrante de la resolución 1701».
«Estos ataques deliberados exponen a las fuerzas de la Finul a un grave peligro, del que Israel tiene responsabilidad», sostuvo, antes de apuntar que las autoridades israelíes «intentan socavar la misión, obstruir su renovación anual y cancelar su mandato por parte del Consejo de Seguridad de la ONU».
Por todo ello, reclamó a la comunidad internacional y a los países que contribuyen con tropas que pidan «una investigación» en torno al suceso y que «adopten una postura firme frente a los ataques», tal y como recogió la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
«Un fracaso a la hora de disuadir a Israel para que ponga fin a sus violaciones permitirá que continúe sus ataques contra la Finul y enviará un mensaje equivocado que podría tener graves consecuencias para las misiones de pacificación de la ONU en todo el mundo», sostuvo.
El ataque tiene lugar apenas un día después de que la Finul denunciara que dos «cascos azules» indonesios habían resultado heridos por el impacto de un proyectil israelí contra una torre de vigilancia en el cuartel central de Naqoura, en medio de lo que describió como ataques «deliberados» del Ejército israelí contra bases y posiciones de la misión de la ONU.
Israel describe su invasión, desatada el 1 de octubre, como una operación «selectiva y limitada» contra «objetivos terroristas e infraestructuras» de Hezbolá. La ofensiva fue lanzada tras cerca de dos semanas de ataques intensificados y fue en paralelo con un recrudecimiento de los bombardeos contra la capital, Beirut, y otras zonas del país. (Europa Press)
