Tras las calificaciones negativas de instituciones y organismos internacionales para Bolivia, la actual administración gubernamental debe cumplir una serie de desafíos para mejorar la imagen crediticia del país.
Los economistas plantean la reducción del gasto público, el cierre de empresas públicas deficitarias y cerrar ministerios, son tareas que debe cumplir la actual administración, de lo contrario la crisis económica se agudizará y hay riesgo de estanflación.
Asimismo, sostienen que Bolivia requerirá un préstamo de 3.000 millones de dólares, si desea aplicar modificaciones a su política económica.