La crisis de combustible en Bolivia, exacerbada por los bloqueos promovidos por seguidores de Evo Morales, es solo la punta del iceberg de una gestión deficiente por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Si bien los bloqueos comenzaron en Cochabamba y se extendieron gradualmente a otras regiones, la raíz del problema radica en la incapacidad de Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) para gestionar eficazmente sus operaciones.
Desde el 30 de septiembre, tres buques cargados con combustible permanecen inmovilizados en el puerto de Arica debido a la falta de divisas, lo que impide pagar el costo de la descarga.
El buque Fourni llegó el 30 de septiembre, el Cururo el 3 de octubre y el Largo Edén el 8 de octubre, sin que hasta la fecha se haya logrado descargar el combustible, situación que agrava el desabastecimiento en el país.
La periodista chilena Ximena Astudillo, de El Mostrador, informó sobre la presencia de estos buques varados en el puerto de Arica y cuestionó la narrativa oficial que culpa exclusivamente a los bloqueos.
Según Astudillo, esta explicación es una verdad a medias, ya que el verdadero problema es la falta de inversión en infraestructura clave, como la terminal de Sica Sica, lo que ha impedido el adecuado manejo del suministro de combustible.
Agregó que en varias oportunidades envió cuestionarios a YPFB para acceder a mayor información, pero nunca fue atendida por funcionarios de la estatal petrolera.
El problema del desabastecimiento de carburantes se viene arrastrando desde hace tiempo, acentuado por una gestión deficiente en YPFB.
La situación llegó al extremo de que uno de los barcos, listo para descargar, tuvo que abandonar el puerto, al parecer por la falta de pago, según declaraciones de la periodista al programa Antes del Mediodía de Radio Fides y Fides TV, que conduce el periodista Jhon Arandia.
El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, en contacto con EL DIARIO señaló que la escasez de carburantes está directamente relacionada con la falta de divisas, lo que se agrava aún más por el creciente déficit fiscal del país.
En medio de este caos, se supo que el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, contactó a su homólogo chileno, Gabriel Boric, para pedir el levantamiento de los bloqueos que impiden el paso de cisternas con combustible. Sin embargo, Astudillo aclaró que este tema está en manos de la justicia chilena, que se pronunciará al respecto en los próximos días.
Mientras el Gobierno culpa a Evo Morales y a los bloqueos por el desabastecimiento.
Al respecto el propio Morales respondió que la verdadera causa es la falta de dólares para pagar las importaciones de combustible. A pesar de estas acusaciones, YPFB ha negado las dificultades financieras, afirmando que desde septiembre se ha desembolsado un «monto significativo» para la compra de más de 128 millones de litros de gasolina, diésel y crudo, según el vicepresidente de Operaciones de la estatal petrolera, Ariel Montaño.
La realidad, sin embargo, es que Bolivia consume alrededor de 6 millones de litros de diésel y una cantidad similar de gasolina al día, lo que eleva el consumo mensual a más de 200 millones de litros. Frente a esta demanda, la gestión de YPFB sigue siendo insuficiente, dejando al país al borde de una grave crisis energética.