lunes, octubre 28, 2024
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Publican pruebas que acorralan a Morales por abuso sexual a niñas

> Entre 2015 y 2019, Cindy realizó un total de 140 vuelos nacionales por Bolivia, cuyo precio total de los pasajes fue de Bs 110.732. > El periodista Entrambasaguas publicó fotografías de Noemí M. Ch. llorando y con partes del cuerpo golpeadas. El reportaje sugiere que la Policía tapó la investigación de estas agresiones de Morales.

El expresidente Evo Morales está siendo investigado por la Fiscalía de Bolivia por abusar sexualmente durante varios años de niñas menores de edad. El Debate publicó ayer en exclusiva todas las pruebas, muchas de ellas novedosas, que acorralan judicialmente al jefe del Movimiento al Socialismo (MAS).
Lo más relevante es un conjunto de tres imágenes que hasta ahora se mantenían en secreto que acreditan que altos cargos de la Policía taparon investigar una supuesta agresión física del expresidente a una de las adolescentes.
Otra de las novedades es la ubicación exacta del lugar donde se llevaban a cabo la mayoría de los abusos. Morales elude dar su versión de los hechos tras ser contactado por este periódico. Los grupos civiles que le apoyan llevan varios días cortando las principales carreteras del país andino y amenazan con violencia si es detenido.

CASO CINDY: 140 VIAJES
El primero de los casos por el que Morales es investigado es por embarazar a una joven llamada Cindy Saraí V. P. cuando tan solo tenía quince años. El acta de nacimiento del bebé sostiene que nació el 8 de febrero de 2016 a las 11:12 horas en la ciudad boliviana de Yacuiba.
En el documento queda reflejado que Juan Evo Morales Ayma, nombre completo del expresidente, reconoció ser el padre de la niña, concebida de forma natural. Al día de hoy el bebé tiene ocho años. El número del certificado de nacimiento es el 128.023 y se encuentra en el libro 85, partida 1 de la Oficialía 60.301.002 del Registro Civil de Bolivia.
Cindy Saraí nació el 12 de diciembre de 1999 en Tarija, al sur del país. Tal y como consta en el Servicio General de Identificación Personal (Segip), es estudiante universitaria. Conoció a Evo con tan solo 14 años, durante su etapa como guardia juvenil del partido del expresidente. Según el Registro del Órgano Electoral, aún continúa figurando como militante del MAS.
Justo después de que tuviera el bebé, gran parte de la familia de la adolescente fue colocada en organismos estatales. Su madre, Idelsa Pozo Saavedra, también militante masista, fue contratada como responsable de la Unidad de Género en el Gobierno Autónomo Regional del Gran Chaco. Uno de los hermanos fue fichado por la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), dependiente del Ministerio de Obras Públicas, y el otro, policía de profesión, fue ascendido a un cargo de alta dirección con un importante salario en Potosí.
Su padre, Emeterio Vargas Mamani, con el que la joven cortó la relación tras comenzar a relacionarse con el exmandatario, fue el único que siguió llevando la misma vida en un taller de reparación de motocicletas de Yacuiba, donde trabaja junto a su tercer hermano, condenado a 15 años de prohibición de salir del país por violar a una niña en el grado de tentativa, y con el que tampoco tiene contacto.
Emeterio fue detenido el pasado 11 de octubre y en su declaración ante los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) reconoció ser conocedor de que su hija y Morales tuvieron un bebé siendo ella menor de edad. Los agentes investigan en estos momentos si los padres cedieron a su hija por una cantidad económica. “Diga usted si tiene conocimiento de quién es el progenitor de su nieta”, le preguntaron durante el interrogatorio. “Claro, es hija de Evo Morales”, respondió.
Entre 2015 y 2019, la etapa en que Evo mantuvo una relación sentimental con Cindy Saraí, la menor realizó un total de 140 vuelos nacionales por Bolivia, extremo que choca a los agentes como consecuencia de los nulos ingresos económicos que tenía por aquel entonces la joven. De todos los viajes que hizo, 50 fueron acompañados del bebé y el resto en solitario. La totalidad del precio de todos estos pasajes fue de Bs 110.732, una cifra inusual que pudiera ser gastada por una niña de familia humilde.
En paralelo a estos hechos, y tal y como ha podido saber El Debate, está previsto que en los próximos días el cuaderno de investigación se amplíe e incluya una lista de posibles cómplices. Es decir, personas que en su día tuvieron conocimiento del embarazo de Evo a una menor y que, sin embargo, en vez de denunciarlo, se callaron.

LISTA DE CÓMPLICES
En esa lista preliminar se incluye una enumeración de personas que fueron fotografiadas con Cindy Saraí y con la menor. Muchos de ellos también son involucrados con el segundo caso de abuso. Todos ellos forman parte de la “guardia pretoriana” de Evo. Entre ellos se encuentran su exvicepresidente, Álvaro García Linera, sus exministros Carlos Romero y Sacha Llorenti, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, y el senador, Leonardo Loza.
El Debate ha tenido acceso a ocho fotografías de Cindy, su madre y el bebé de un político del MAS posando con Loza, que ahora defiende la inocencia de Evo alegando que estas acusaciones forman parte de una campaña de persecución política. El acto político al que fue Cindy con la hija que tuvo con el expresidente fue el IX Congreso del MAS que se desarrolló durante los días 15, 16 y 17 de diciembre de 2016.

CASO NOEMÍ: AGRESIONES
El segundo caso por el que se está investigando a Morales tiene como protagonista a Noemí Meneses Chávez, nacida el 16 de abril de 2001 en la provincia del Chapare. Su caso se descubrió por casualidad en un control rutinario de los agentes policiales que controlan las carreteras bolivianas.
El 7 de julio de 2020, un Nissan Patrol de color negro con matrícula 3151 GAH, vehículo oficial de la Gobernación de Cochabamba que figuraba como robado hace varios años, fue interceptado por una patrulla en el municipio de Tiraque. En su interior viajaba Noemí, su hermana y al volante estaba un conductor que trabajaba para la institución pública. Los tres fueron detenidos y se les inició un procedimiento judicial por un delito de uso ilegal de bienes del Estado.
Los agentes de la Felcc requisaron sus teléfonos móviles y al volcar su contenido descubrieron que Noemí mantenía una relación con Evo desde que era menor de edad. El material del dispositivo fue descrito en un informe confidencial de 46 páginas con fecha del 8 de julio de 2020 donde, además de copiarse el contenido de las conversaciones que ambos mantenían por escrito, se adjuntaron decenas de fotografías de Morales y “La Noe”, como se refería a ella en privado, posando juntos en multitud de situaciones cotidianas propias de una pareja: desayunando, comiendo y cenando, haciendo deporte, en el baño o incluso tumbados en una cama descalzos.
Cuatro años después de que comenzara la investigación policial, El Debate ha podido confirmar que una de las tesis que en su día tuvieron los agentes fue que Evo, presuntamente, agredía físicamente a las niñas en paralelo a los abusos sexuales.
En cambio, las indagaciones fueron frenadas luego de que los agentes encargados recibieran presiones por parte de superiores policiales afines al MAS. Esta novedad, hasta ahora desconocida, surgió tras encontrar fotografías de Noemí llorando y otras con partes del cuerpo golpeadas e incluso un charco de sangre a las que ha accedido El Debate.

CASA DE HORRORES
Algunas de las imágenes fueron tomadas en la residencia oficial de la Presidencia de Bolivia, la residencia de San Jorge, en la planta 29 del edificio Casa Grande del Pueblo, que Evo hizo construir exclusivamente para poder tener más privacidad como jefe de Estado, o en su vivienda particular de Cochabamba.
Sin embargo, el lugar donde el expresidente se veía con las niñas era un chalet ubicado en Achumani, en La Paz. Esta es la segunda gran novedad que aporta este reportaje de investigación. Concretamente, en la esquina de la avenida Alexander con la calle Pamir Pampa. Un inmueble donde, en teoría, Evo se hacía tratamientos médicos pero que, en realidad, era usado para llevar a las niñas.
La casa estaba custodiada por supuestos médicos cubanos pero que, según la investigación, eran cubanos con pasaporte diplomático que estaban dados de alta en la Embajada del país caribeño. Después se llevaba a las menores a la sala Mamá Diablo, también en La Paz. Ahí dentro, tal y como cuenta a El Debate un miembro de la escolta del exmandatario, hacía beber a las niñas su alcohol preferido, Ron Kayana. El avión presidencial era otra de las ubicaciones.
En el material oculto durante estos años también se incluían datos bancarios de Noemí. Esto hizo pensar a los agentes que Evo dio dinero a la joven durante el tiempo que estuvo con ella.
Al mismo tiempo, en el informe del teléfono de Noemí se leen multitud de mensajes de la adolescente al expresidente. El 2 de junio de 2020, Noemí mandó a Evo: “Amor. El mejor día de mi vida fue aquel en el que tú y yo nos hicimos novios, aquel día 24 cuando le juré a mi corazón y al tuyo amor sincero por siempre”. El 18 de mayo del mismo año, escribió: “Amor, buenas noches. Evito, recuerda que no dejaré nunca de pensar en ti. De desearte, de amarte. Porque ya te has convertido en todo lo importante de mi vida”.
Dos días después siguió: “Buenos días, mi vida. Eres y serás el mejor novio del mundo. Siempre te voy a amar”. El 29 de mayo: “Mi amorcito, el día de mi regla siempre quiero que me trates como a una mujer embarazada, ¿sí?” (…) “¿Sabes, amor? Le doy gracias a Dios por ponerte a ti en mi camino y permitir ser feliz a tu lado para toda la vida. Te amo”. También figura un vídeo en el que la adolescente le felicitaba un aniversario de novios.

PROVEEDORES DE NIÑAS
Solo entre el 4 de marzo y el 7 de julio, Evo llamó 348 veces a Noemí. Poco tiempo después de ser detenida por el robo del coche, Noemí fue puesta en libertad y envió otro mensaje al expresidente: “Estamos detenidas en la comandancia de la Felcc de Quintanilla”. A partir de ese momento desapareció.
Los investigadores descubrieron después que se había marchado a Argentina y que se encontraba en la vivienda que Evo usaba en Buenos Aires, un palacete ubicado en la calle Conesa. La joven salió del país por una frontera no controlada con la ayuda del militar, Ruring River Covarruvias. Dos meses después fue detenido por los agentes en el centro de La Paz. Antes de ser engrilletado, sacó la tarjeta SIM de su teléfono móvil y se la tragó para destruir pruebas.
Fue encarcelado en Chonchocoro y posteriormente se fugó. Luego recapturado y hoy está en la cárcel de Arani. Fue acusado de ser el encargado de conseguir “ñustitas”, término que usaba Evo para referirse a las menores (“princesas de sangre real” en aymara). Se trata de un militar que estaba condenado desde noviembre de 2014 a quince años de cárcel por un delito de violación.
En el registro policial, Covarrubias llevaba consigo una acreditación oficial de asesor de la Cámara de Diputados de Bolivia. Durante un traslado de prisión, reconoció haber llevado niñas al expresidente y también confesó a los agentes que Evo le había pedido asesinar al coronel Iván Rojas del Carpio, entonces director de la Felcc.
Otra de las personas que hacía de nexo entre Evo y las menores, que hasta ahora tampoco se sabía, era su primo, Hernán Solís Morales. Uno de los miembros de la escolta policial que tuvo el mandatario durante su última etapa como presidente contó a El Debate que era él quien también le ayudaba a conseguir a las niñas.
La adolescente estuvo viviendo con el expresidente en Buenos Aires al menos un mes y medio. Evo se instaló allí el 12 de diciembre de 2019 y tan sólo cuatro días más tarde llegó ella. Salió de Bolivia por la frontera con Yacuiba y no regresó hasta el 7 de febrero de 2020, cuando entró en avión a través del Aeropuerto Jorge Wilstermann.
Veinte días después volvió a ir para allá. Sin embargo, en esta ocasión se vieron en Ushuaia. Concretamente en una casa rural próxima a la Avenida Maipú. Evo y Noemí también se vieron en México, país donde el expresidente se instaló inicialmente tras las denuncias de fraude electoral. El Debate se ha puesto en contacto con él para recoger su versión de los hechos que se relatan aquí, pero se ha negado a responder. (Alejandro Entrambasaguas, El Debate)

 

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