La Unión Europea reclamó ayer a Israel que dé marcha atrás tras adoptar una ley que prohíbe la actividad en el país y en los territorios palestinos a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa).
«Urgimos a las autoridades a reconsiderar la decisión y prevenir la destrucción de los servicios de la Unrwa que dan ayuda vital y aseguran el acceso humanitario de la Unrwa a los refugiados palestinos», aseguró la portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Nabila Massrali, en una rueda de prensa desde la capital comunitaria.
En este sentido, señaló que la UE sigue comprometida con la agencia de la ONU y su misión en la región de Oriente Próximo, reiterando que «no hay alternativa» al trabajo que hace.
«Es un pilar de estabilidad regional y el único que puede proveer de suministros básicos», sostuvo Massrali para recalcar que «juega un papel fundamental» para avanzar en la solución de dos Estados.
En un comunicado previo a que la normativa fuera aprobada por la Knéset, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, alertó de que la ley está «en total contradicción con el derecho internacional y el principio humanitario fundamental de humanidad», apuntó que «sólo exacerbará una crisis humanitaria ya de por sí grave».
Así advirtió de que estas leyes «tendrán consecuencias de gran alcance» e «imposibilitará» las operaciones vitales de la Unrwa en Gaza. Un total de 92 de los 120 diputados del Parlamento unicameral israelí apoyaron la iniciativa, mientras que diez votaron en contra.
A favor de la propuesta votaron también partidos de la oposición como Yesh Atid, el Partido Unidad Nacional o Yisrael Beiteinu. La reacción del comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, fue señalar que el paso supone un «precedente peligroso» y que «solo profundiza el sufrimiento de los palestinos».(EP)