Ya se ha abierto el telón del baile y la canción de nuestro suelo patrio. En el aire se escuchan las melodías de bombos, tambores, guitarras, charangos, quenas y zampoñas que nos anuncian la llegada de “Fantasía Boliviana”.
“Esa era la apertura del espectáculo de la revista folklórica musical Fantasía Boliviana, con la voz del actor Tito Landa en el año 1955”, recuerda Yolanda Mazuelos, directora de la Compañía Nacional de Danza (Conadanz).
Waldo Cerruto, director del entonces Instituto Cinematográfico Boliviano (ICB), fue creador y director general de Fantasía Boliviana. El ICB elaboraba los noticieros con la actualidad nacional, que eran proyectados en todas las salas cinematográficas del país, mostrando las acciones que se realizaban para los cambios estructurales del país después del proceso revolucionario de 1952, así como las actividades recreativas de la población, como las carreras de cochecitos sin motor o los festivales de música y danza en las comunidades y ciudades del país. También el ICB hizo cortometrajes, como la leyenda de la Kantuta. Toda esta filmografía se encuentra actualmente en archivos de la Cinemateca Boliviana.
Repasando la historia de esta propuesta de danza y música, se lee en los periódicos El Diario y La Nación del 10 de junio del año 1954 la convocatoria para organizar un elenco de danza para el ICB. A la convocatoria pública se presentan muchos interesados e interesadas. Después de la prueba son incorporadas aquellas bailarinas y bailarines que eran de la Escuela Nacional de Danza y ballet oficial, dependiente de la Secretaría de Prensa, Información y Comunicación (SPIC). “Preguntamos a doña Yolanda Pool, en ese entonces estudiante de la Escuela del Ballet Oficial que junto a varias compañeras del ballet se presentaron a dicho examen y aprobaron la prueba: ¿Por qué considera usted que aceptaron principalmente a personas con una base formativa clásica y no así a otras bailarinas y bailarines que no tenían esa base técnica? Responde: “Don Waldo Cerruto quería bailarines con técnica clásica para el espectáculo que proponía. Él fue quien seleccionó a las y los postulantes para que formen el elenco, ante las protestas de doña Chelita Urquidi, que no quería bailarines con formación clásica, pero como don Waldo Cerruto era el director general, tuvo que aceptar nuestra incorporación al elenco”, cuenta la directora de Conadanz.
A partir de junio de 1954 se iniciaron los ensayos del elenco del ICB bajo la dirección de la maestra Graciela “Chelita” Urquidi. Ella hizo su formación en danza en Bolivia y Argentina, y también participó en la primera experiencia de danza escénica, que fue el ballet Amerindia de Velasco Maidana, compositor, coreógrafo, cineasta y bailarín. Él diseñó la escenografía y reclutó para su elenco a estudiantes de danza moderna y ballet. Las bailarinas y bailarines provenían de la escuela de danzas de Alcira Aparicio, en cuya entidad se enseñaba danzas españolas y nacionales. Allí era profesora Valentina Romanoff, bailarina rusa que llegó a Bolivia en la década de los años treinta y daba clases de ballet y danza moderna. En este grupo base de Amerindia se encontraban Marina Núñez del Prado, (quien más adelante se convertirá en una escultora de renombre), Nilda Núñez del Prado, Dora Quezada, Leonor Quezada, Lili Ocampo, Marta Paz, Graciela Urquidi y Yolanda Bedregal (conocida poeta, novelista y ensayista), como señala en su investigación Delgadillo Rivera, T. (2019). Amerindia: un vestigio, una búsqueda, una senda. Los inicios de la danza escénica en Bolivia. Revista Ciencia y Cultura, 23(43), 241–248.
Con esa formación y siendo la persona más conocida en el baile folklórico, pues en 1944 había fundado su academia de danzas, Chela Urquidi fue invitada a dirigir el elenco del ICB. Las coreografías de las danzas eran realizadas por los bailarines y bailarinas, de acuerdo a la región o departamento del que provenían, según cuenta la Sra. Pool, quien también dijo que doña Chelita puso algunas coreografías y aceptaba las sugerencias de pasos y coreografías de parte de los bailarines.
“Así, el 21 de enero de 1955, el elenco del ICB se entera que todos sus ensayos de meses y de trabajo continuo se llamaban “Fantasía Boliviana”. El Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez” abría sus puertas para poner a consideración del público paceño esta propuesta de espectáculo de danzas folklóricas que mostraba la riqueza musical y de danza de los departamentos del país, repertorio que hasta ahora continuamos realizando las agrupaciones de danzas bolivianas, proponiendo solamente otras coreografías”, menciona Mazuelos.
El impacto de la revista “Fantasía Boliviana” tenía varios componentes. Se contaba con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro Antonio Montes Calderón. La música autóctona era interpretada por los Cebollitas, conjunto integrado por los voceadores de periódicos de la época. El dúo Las Imillas, integrada por María Luisa y Norah Camacho, acompañadas por su señor padre, Maximiliano Camacho, y las introducciones para los cuadros respectivos estaban a cargo de los actores Tito Landa y Lucho Espinoza.
La recepción de la gente fue tan grande, que asombra saber que en su primera temporada hicieron 42 funciones con lleno completo, en funciones de matinée, tanda y noche. Actuaron en Cochabamba y Oruro, retornaron para hacer actuaciones en los cines Tesla y Monje Campero, y el 6 noviembre de 1955 partieron rumbo a Asunción (Paraguay), Montevideo (Uruguay) y Buenos Aires (Argentina). La prensa de esos países elogió la excelente presentación de la delegación de Bolivia, señalando que mostraron calidad artística, diversidad de ritmos, colores y escenografía desconocida para los países vecinos.
“Como herederos de esa generación, los y las que ahora estamos en la danza escénica boliviana queremos compartir el escenario con Yolanda Pool, Norah Camacho y Moraima Ibáñez, personas que con la moderación de la periodista Mabel Franco nos contarán esa experiencia vivida siendo muy jóvenes y lo que significó para ellas. Así también estarán recreando algunas de las escenas que realizaban don Tito Landa y Lucho Espinoza, nuestros compañeros de cine y teatro Raúl Beltrán y Roberto Espinal. (También estará) la voz lírica de la destacada Beatriz Méndez Lecrere y la infaltable presencia musical de la Orquesta Música de Maestros, bajo la dirección de Rolando Encinas, que nos permitirán realizar algunas de las danzas del programa que tenían, en las presentaciones que haremos de homenaje a los 70 años de la revista folklórica musical Fantasía Boliviana. Es un reconocimiento a las generaciones que son parte de nuestra historia de la danza escénica en Bolivia. Los invitamos a conocer este trabajo de investigación y acompañar esta experiencia el miércoles 6 y jueves 7 de noviembre, a horas 19:30, en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez de La Paz”, expresó la directora de Conadanz.
Las entradas las pueden adquirir en el enlace:
Ticketsline
06/11: https://tkl.arte.bo/index.php?cPath=1905
07/11: https://tkl.arte.bo/index.php?cPath=1935
Informaciones: 77248143 – 70543667