Luego del anuncio de Evo Morales para asumir una huelga de hambre en demanda de diálogo con el Gobierno, el diputado por Comunidad Ciudadana (CC), Alejandro Reyes, sostuvo que esta es una nueva maniobra del líder cocalero para desgastar a la actual administración y afirmó que la única forma de pacificar el país pasa por la aprehensión de la exautoridad.
En criterio del legislador paceño, la determinación del líder cocalero responde a un acto de “cobardía” tras haberse ganado el repudio de todo un país con un bloqueo de caminos que solo agravó la delicada situación económica actual.
“En un nuevo acto de cobardía, Morales llama al levantamiento de los bloqueos, luego de prácticamente tomar rehenes y buscar la confrontación y división de los bolivianos con grupos irregulares para hacer la guerra al Estado boliviano”, señala Reyes.
Asimismo, recordando que todas las declaraciones y actos del líder cocalero tienen fines políticos, alertó que los llamados de Morales a deponer medidas de presión para abrir un supuesto diálogo, son artilugios para prolongar el conflicto y desgastar al Gobierno de Luis Arce.
Según Reyes, el único interés del “masismo radical” es lograr la habilitación de su líder para las próximas elecciones, siendo los llamados al diálogo, una nueva estrategia en busca de ese fin.
“Esta es una estrategia de desgaste absoluto del Estado y del Gobierno con la finalidad única de imponer su candidatura y convertirse en Presidente, ya no es creíble nada de lo que hace o dice”, agregó.
Debido a todo el perjuicio provocado por una medida de presión destinada a asfixiar al Estado y sus sectores productivos, sumado a pequeños grupos radicalizados que se resisten a deponer actitudes hostiles, Reyes afirmó que la única forma de pacificar el país, que autoridades de justicia procedan con la aprehensión del líder cocalero.
“Hoy Evo Morales debe ser aprehendido para pacificar el país y si quiere hacer una huelga de hambre que la haga en su celda, donde tiene que estar por todos los crímenes que ha cometido y que sigue cometiendo en Bolivia”, finalizó.
El viernes, luego de 19 días de bloqueo y ante el inicio de operativos policiales para el desbloqueo de vías, con la respectiva resistencia de afines al “evismo”, Evo Morales convocó a una conferencia de prensa, en la que planteó a sus bases un cuarto intermedio en los bloqueos.
Al mismo tiempo, anunció su determinación de ingresar en huelga de hambre demandando diálogo con el Gobierno central. “En este afán de cómo cuidar la vida y la situación económica decidí pedir a los compañeros movilizados, como reconsiderar, pongo en consideración al Pacto de Unidad, al Estado Mayor del Pueblo, a los hermanos movilizados, analizar el cuarto intermedio al bloqueo de caminos justamente para evitar hechos de sangre”, expresó Morales.
Desde sus redes sociales, el presidente Luis Arce destacó el trabajo de las fuerzas del orden en los operativos de desbloqueo anunciando que se continuará trabajando para liberar al departamento de Cochabamba de un “secuestro” promovido por el “evismo”, adelantado que no habrá ningún tipo de diálogo mientras se mantengan los bloqueos.
“Nuestro gobierno siempre ha apostado por el diálogo, pero no es posible ningún diálogo mientras se siga asfixiando la economía de las familias bolivianas y se vulnere el derecho al acceso de alimentos, combustible y medicamentos”, indicó Arce.
Ante este contexto, legisladores como el paceño Alberto Astorga, indicaron que los llamados al diálogo por parte del dirigente cocalero son la mejor muestra de su decadencia política y su falta de respaldo.
“Se trata de una nueva derrota de Evo Morales, nuevamente sus bloqueos no han tenido el sustento ni el apoyo correspondiente de sus bases”, dijo.
Sobre el llamado al diálogo con el Gobierno, Astorga reiteró que no puede haber ningún tipo de negociación con una persona que tiene cuentas pendientes con la justicia, por el contrario, se debe exigir el avance de los procesos y sumar nuevas denuncias por los excesos cometidos durante los días del bloqueo “evista”, entre estos delitos está el haber atentado contra el trabajo de la prensa y la toma violenta de unidades militares.
“No pude haber diálogo con delincuentes, prácticamente se ha quedado solo”, acotó.
