Este fin de semana fue el primero de los tres en los cuales no habrá partidos de la División Profesional, por el receso forzado en el cual ingresó el torneo Clausura para dar el espacio solicitado por el seleccionador, Óscar Villegas, para tener más días de concentración con los jugadores apuntando a sumar los seis puntos en juego ante Ecuador y Paraguay.
La fecha 22 del Clausura debía celebrarse este fin de semana, pero será reprogramada para más adelante, una determinación que estrechará la agenda de los clubes cuando retornen a la competencia después del partido de Bolivia contra Paraguay, el 19 de noviembre (16:00).
Esta será la última doble fecha de las clasificatorias mundialistas de este año, viendo las posibilidades que tiene la Selección Nacional para subir en la tabla, Villegas optó por pedir esta suspensión, recibiendo la aprobación de la Comisión de Competiciones de la FBF y trabajar por dos semanas para la visita ante Ecuador, el partido más difícil de la jornada por tratarse de una actuación de visitante.
Aunque el apoyo de los clubes es incondicional con el cuadro verde, quedó una sensación de malestar, porque no recibir ingresos por recaudaciones en este tiempo, algo que no es nuevo y su preocupación está en que tendrá un calendario comprimido.
Los clubes cargarán estos partidos restantes para lo que resta de noviembre y diciembre, provocando un desgaste físico en sus jugadores por la seguidilla de cotejos, que no es el mejor escenario para los objetivos que tienen los elencos, tanto en la pelea por el título, por los premios internacionales y por salvar la categoría.
Hay que sumar el hecho de que los campeones del Apertura y el Clausura tendrán que jugar a final de año por el título de la temporada. Mientras, el penúltimo de la tabla acumulativa tiene dos partidos adicionales contra el subcampeón.
Otra pausa: El «sacrificio» de los clubes
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