Los representantes de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba informaron ayer que no hubo solución al problema de los bloqueos en la región. Lejos de retirarse, los sectores movilizados, afines a Evo Morales, han radicalizado sus medidas, especialmente en la carretera antigua hacia Santa Cruz.
El vicepresidente de la Cámara, Rolando Morales, y el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba, Juan Pablo Demuere, evaluaron las consecuencias de estos bloqueos durante su participación en el programa Hagamos Democracia.
Ambos coincidieron en que el desbloqueo de las vías no representa el fin del problema, sino el inicio del recuento de los daños sufridos por los productores, no solo en Cochabamba sino en todo el país.
«Hoy, aunque ha sido un avance importante, los bloqueos se han vuelto a radicalizar de la noche a la mañana. Ayer, nuevamente la carretera antigua hacia Santa Cruz está cerrada», afirmó Morales, señalando que más de 3.200 familias se han visto afectadas en su subsistencia.
El dirigente explicó que, aunque el país obtiene un pequeño ingreso para el mantenimiento diario a través de la producción lechera, avícola, porcina, hortícola y cítrica, estos sectores han sufrido un daño inminente.
«Esto ya no tiene retorno. A menos de 50 días para fin de año y a menos de 40 días para el pago del aguinaldo y los salarios de octubre y noviembre, ¿con qué vamos a cumplir? La Cámara Agropecuaria aglutina a 18 sectores y a más de 154.000 asociados, muchos de los cuales enfrentan una quiebra inminente. Es necesario buscar soluciones gubernamentales para garantizar la transitabilidad», subrayó.
Morales señaló que el comercio con Santa Cruz es clave, ya que más del 70% de los insumos para el sector pecuario provienen del oriente. «Cada vez se aleja más la esperanza de desarrollo productivo, y los bloqueos ahora responden a una línea estrictamente política, sin relación con el sector agropecuario», lamentó.
Por su parte, Demuere resaltó que el bloqueo ha exacerbado la crisis que el país enfrenta desde principios de año debido a la falta de combustibles, afectando gravemente al transporte urbano, interdepartamental e internacional. «No hay economía que pueda funcionar en estas condiciones, y muchos sectores podrían declarar quiebra. La solución no termina con el desbloqueo», sostuvo.
Para Demuere, la crisis empieza a resolverse con el desbloqueo, pero es necesario pensar en las consecuencias que persisten y en las ayudas que deberán coordinarse con las autoridades. «Muchas empresas no podrán cumplir con sus obligaciones no porque no quieran, sino porque no han podido vender en 21 días y, además, enfrentan problemas tributarios y escasez de dólares», afirmó.
El dirigente señaló que las exportaciones e importaciones se han reducido en un 37% y 39% respectivamente en comparación con el año anterior, y advirtió que el panorama sigue siendo frágil debido a la creciente radicalización tanto en el occidente como en el oriente del país.
Asimismo, anticipó que muchas empresas, unidades productivas y comerciantes llegarán a fin de año en una situación difícil para hacer frente a sus compromisos, lo cual requiere evaluar medidas como una pausa tributaria y un plan para el pago de créditos. «Las consecuencias se verán más adelante, con miles de familias que podrían quedarse sin empleo. Si no se toman medidas efectivas, esto podría llevar a un colapso económico», concluyó. (Erbol)