Queridos lectores, continuamos con nuestro apetito culinario y viaje por la historia y las tradiciones, en este caso nos vamos hasta El Salvador. Las pupusas son un plato emblemático en este país, pero también han encontrado un lugar en el corazón de muchos hogares centroamericanos, especialmente en tiempos de celebración y reflexión, como Todos Santos. Esta fiesta es un momento profundamente significativo en la cultura mesoamericana, en la que se honra a los ancestros y se celebra la conexión con quienes ya no están entre nosotros. En estos días, las pupusas se convierten en algo más que un alimento: son un símbolo de unión familiar, de herencia cultural y de la conexión con nuestras raíces.
La historia de las pupusas data de siglos, mucho antes de la llegada de los colonizadores. Se cree que las comunidades indígenas pipil las preparaban en sus versiones más tempranas, usando ingredientes locales y técnicas de cocina que se han transmitido de generación en generación. Originalmente, la masa de maíz -base de toda la cultura gastronómica mesoamericana- se rellenaba con frijoles, calabaza, chicharrón, y hierbas que le daban un sabor profundo y especial. Hoy en día, la receta ha evolucionado y los ingredientes pueden variar, pero el concepto esencial de una comida de maíz rellena y sellada a mano sigue intacto.
Durante la celebración de Todos Santos, las pupusas adquieren un significado especial. Al ser un plato que se cocina en familia, la preparación de la masa y el rellenado de cada pupusa son actos que refuerzan los lazos entre generaciones. La tradición dicta que se preparen en cantidades generosas, y su proceso de elaboración -amasado, rellenado, sellado y cocción en el comal- es una especie de ritual en sí mismo, que invita a recordar a los seres queridos que se han ido, compartiendo sabores que ellos mismos disfrutaron en vida.
Así, queridos lectores las pupusas no solo satisfacen el paladar; en estas fechas tan especiales, se convierten en un símbolo de nuestra historia, de nuestra identidad y de la alegría de compartir lo más esencial: el tiempo en familia.
Aquí les comparto la receta tradicional de pupusas, para que ustedes también puedan disfrutar de este manjar lleno de significado y tradición.
PUPUSAS
Ingredientes:
Para la masa:
2 tazas de harina de maíz (preferiblemente harina de maíz nixtamalizado)
1 ½ a 2 tazas de agua tibia (ajustar según la textura de la masa)
Una pizca de sal (opcional)
Para el relleno (puede elegir o combinar):
1 taza de queso fresco o mozzarella rallado (para pupusas de queso)
1 taza de frijoles refritos (para pupusas de frijoles)
1 taza de chicharrón molido o picado finamente (para pupusas de chicharrón)
Opcional: Hierbas o loroco (una flor comestible tradicional de Centroamérica) para un toque auténtico
Para acompañar:
Curtido: repollo rallado, zanahoria rallada y cebolla, todo encurtido en vinagre, orégano y sal.
Salsa de tomate casera: tomate, cebolla y ajo cocidos y licuados con sal y un poco de agua.
Preparación:
Preparar la masa:
En un bowl o tazón grande, mezclar la harina de maíz con el agua tibia. Agregar el agua poco a poco hasta que la masa tenga una textura suave y manejable, pero no pegajosa. La masa debe poder moldearse sin quebrarse ni deshacerse. Dejar reposar por unos minutos.
Preparar el Relleno:
Si va a utilizar frijoles y chicharrón, asegúrese de que estén bien molidos o picados. Los ingredientes deben estar a temperatura ambiente y lo suficientemente suaves como para facilitar el relleno.
Formar las Pupusas:
Tomar una porción de masa del tamaño de una bola pequeña (aproximadamente del tamaño de una pelota de golf).
Aplanar la masa con las manos hasta obtener un círculo de unos 8-10 cm de diámetro.
Colocar en el centro una cucharada de su relleno preferido (queso, frijoles, chicharrón o una combinación).
Cerrar la masa sobre el relleno, formando una bola nuevamente, y luego aplanar suavemente para formar una especie de tortilla gruesa, de 1 cm de grosor. Cuidar que el relleno no se salga.
Cocinar las Pupusas:
Calentar un comal o sartén antiadherente a fuego medio-alto. No necesita agregar aceite, ya que se cocinan directamente sobre el comal.
Colocar las pupusas en el comal y cocinar durante aproximadamente 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y el relleno comience a burbujear ligeramente. La masa debe tener un color dorado uniforme y el queso (si usa) debe estar derretido en su interior.
Servir:
Servir las pupusas calientes, acompañadas del curtido y la salsa de tomate. Puede también agregar un poco de salsa picante si prefiere un toque más fuerte.
Queridos lectores hasta la próxima cucharada de sabiduría gastronómica y no olviden que:
“La gastronomía hecha con amor, física, química y biológicamente sabe mejor”
Chef Franz R. Arandia Belmonte
Gastrónomo Profesional e Investigador Gastronómico
Facebook Fan Page: Chef Araña
Facebook: Paladar Mundial Un Gusto Surreal
Blog: Gastrobiologia.wordpress.com
Instagram: Arana_del_monte
Tik tok: chef.aranha