jueves, noviembre 7, 2024
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Jhonny Vargas

Elecciones en EEUU: el mundo cambiará

Esta es la elección más importante en la historia de Estados Unidos, todo parece indicar que un empate catastrófico en la preferencia electoral, desencadenará una crisis brutal en los siguientes días. La situación es delicada y puede que haya violencia en las calles, porque los resultados finales tardarán en ser conocidos. Después de las elecciones en Estados Unidos el mundo cambiará para siempre por diferentes razones, políticas, económicas, sociales y culturales. Existe una mano negra en todo este proceso electoral, porque hay muchos intereses en juego, que tienen que ver mucho con la geopolítica global y los planes para arrastrarnos a todos a una Tercera Guerra Mundial.

Los estadounidenses confían más en Trump, pero las elites confían más en Harris. El candidato republicano se ve como ganador, pero las elites globales que controlan el mundo prefieren a Harris. Esta batalla final electoral en América desatará el caos y mucha volatilidad en los mercados financieros. Además, el wokismo, término que se utiliza para describir una amplia gama de ideas y movimientos relacionados con la justicia social, como el antirracismo, el feminismo, los derechos de los LGTBIQ+, quieren una Kamala Harris como presidenta de los Estados Unidos. El partido demócrata es el creador de la ideología woke. Si Trump gana las elecciones, el partido demócrata se enfrentaría a una grave crisis, por eso harán todo lo posible para salirse con la suya.

Trump es el único que puede dar un cambio a la política de EEUU y evitar una guerra mundial, Kamala, por el contrario, continuará la política belicista de Biden, eso está claro. Muchos estadounidenses temen la violencia después de las elecciones, se siente en el ambiente una tensión electoral por los resultados. Las elecciones en Venezuela ya nos dieron un indicio de lo que sucederá en Estados Unidos. Ya no es confiable el sistema democrático, porque la sombra del fraude electoral y la manipulación de los resultados se han hecho un modus operandi de la izquierda internacional, como sucedió en Venezuela, donde la gente salió a las calles para defender su voto. De la misma manera, el que resulte perdedor en las elecciones norteamericanas desencadenará el caos en las calles. La muerte de la Democracia en América es un hecho.

Quien gana las elecciones en Estados Unidos no es precisamente el que se impone en el mapa electoral, por el contrario, son los delegados electorales quienes definen quién se sentara en el Capitolio. La situación económica en los Estados Unidos es por demás compleja, hay escasez de alimentos y síntomas de desplome del sistema financiero. El ascenso de los BRICS y la caída del dólar es inminente, las elites quieren continuar con su agenda 2030 y Trump precisamente no es una opción fácil de manejar para los poderes fácticos. Una Kamala Harris que siga el guion es lo quieren las elites.

Kamala será la primera presidenta afroamericana y de origen asiático, al menos eso parece indicar la preferencia de los delegados electorales, aunque el triunfo de Trump en el mapa electoral refleja otra cosa. Es decir, no se respeta la votación de los electores, porque el sistema electoral norteamericano, es una caja de sorpresas. Por esta razón es que se teme que la violencia y el caos se desaten en los Estados Unidos, como producto de los resultados emitidos por las cadenas de Televisión. El partido demócrata en la Unión Americana se convirtió en un peligro para la democracia y en una amenaza para la libertad de expresión.

Con todos estos antecedentes, cómo sería una eventual presidencia de Harris y su relación con Latinoamérica y en especial con Bolivia. Con Kamala a la cabeza de Estados Unidos, todo continua como antes, seguirá prevaleciendo el desorden y el caos en América Latina, donde el narcotráfico y la trata de personas serán el orden del día. La relación con México, no podría ser más beneficiosa para ambos, los cárteles del narcotráfico mexicano continuarían con el negocio totalmente expandido; qué mejor socio que la presidencia de Harris para inundar con su producto todo el mercado norteamericano. La relación con Cuba seria como hasta ahora, donde el régimen castrista tiene total impunidad, para cometer todo tipo de abusos en contra de su pueblo. La relación con Venezuela continuaría como está hasta hoy, tal vez con alguno que otro impasse diplomático, para guardar las apariencias, pero el show debe continuar, en statu quo con Maduro en la Presidencia.

La relación de Kamala Harris con Bolivia sería sui generis, es decir especial, siendo este uno de los países productores y distribuidores de cocaína más grandes del mundo. El régimen del MAS, más feliz no podría estar con este resultado, le daría toda la motivación para maquinar el próximo fraude electoral 2025. Por estrategia ahora se encuentran divididos, por estrategia se convierten en un actor de entretenimiento a la población boliviana, aunque tengan que pasar ríos de sangre de por medio. Pero éstos al final se pondrán de acuerdo, alguno de los actores tendrá que ceder y buscar un factor de unidad para las próximas elecciones, mientras la falsa oposición seguirá el libreto, buscando más factores de división entre los supuestos opositores. Con qué moral Kamala puede aconsejar a Bolivia transparencia en las elecciones. En Bolivia el proceso de desmoralización ha sido completado, la desestabilización encabezada por el ex mandatario está dando sus frutos, producto de ello es la crisis económica y la crisis de gobernabilidad, que las estamos viviendo ahora mismo. Falta la última etapa de este plan perverso de dominación, que es el periodo de normalización o solución al problema, que ellos mismos han creado. Es así cómo se destruye una nación como la boliviana, donde todo está asquerosamente fuera de control.

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.       

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