Sin duda, una persona que asuma la responsabilidad de dirigir, tendrá que lograr que ‘esa cosa’ avance, se desarrolle, crezca y que no muera.
De ser necesario, sobre la base de ensayo-error y con mucho consenso y decisión propia, para lo cual deberá asumir entera responsabilidad.
Ocupar el cargo de director no resulta sencillo, ya que la persona, cualquiera fuese su formación o no, ¿nació para dirigir?, ¿fue el mejor graduado en el curso de formación de directores?
Un director nato, que demuestra desde pequeño, la cualidad de que todos le sigan, por diversos factores: defiende a sus amiguitos, el que en el juego gana, pero también pierde y lo reconoce, el que ayuda a sus compañeros de estudio en la clase y después de ella; el que le lleva las notas de clases a aquél o aquella que faltó a clase… Pero que además tuvo apoyo de sus padres, que lo orientaban, que le exigían, que le enseñaron que, para llegar a ser, debe actuar con cualidades como respeto, colaboración desinteresada, escuchar, tolerancia… Acaso todo esto, que llamo cualidades, ¿no son competencias blandas?
En mi caso, mis padres no tuvieron la opción de ‘pisar’ una secundaria básica y mucho menos una universidad, sin embargo, en la hora de exigirme, parecían rectores.
¿Y si el futuro director no demuestra sus cualidades desde un comienzo? Los que somos docentes, posiblemente tenemos un sentido desarrollado, que es el de la agudeza, para ver dentro de nuestro estudiantado, a aquellos que se ‘despegan’ del resto porque se destacan en el estudio, que demuestran madurez sin restar su participación en bromas y juegos producto de su edad, que cuando se equivocan asumen con responsabilidad el error cometido, que son honestos, sencillos, humildes. A esos jóvenes los tomamos como ejemplos a seguir, con reconocimientos mesurados.
Concluye ese ‘director en potencia’, la universidad (no todos pueden llegar a ella), carrera técnica, cursos… Aunque independientemente del ’camino de formación’ llegue a ocupar la responsabilidad de director, deberá ser una persona sobresaturada –término empleado en Química (1)– que, de establecer una analogía, el soluto serían las competencias blandas y el disolvente las competencias duras.
¿Competencias blandas, duras? Concluyo con definiciones y un ejemplo:
Competencias duras
Son los conocimientos y aptitudes de cada persona y que va adquiriendo a lo largo de su formación, experiencia y actividades y que permite desempeñar funciones específicas requeridas para ciertas posiciones, que has aprendido a hacer o a usar a través del estudio o la experiencia misma, mediante la experimentación u otras herramientas como las tecnológicas (2).
Son fáciles de medir o verificar a través de diversas evaluaciones.
Competencias blandas
Son aquellos rasgos interpersonales que has desarrollado con el tiempo, como el comportamiento, su desempeño social, liderazgo y manejo emocional.
También llamadas no cognitivas. No son tan fáciles de medir.
Ejemplo de competencias duras
«Como ingeniera puedo afirmar que siempre hay más por hacer del tiempo que realmente disponemos; así que debemos ser estratégicos con el uso que hagamos de nuestro tiempo. Usamos los datos para orientar nuestras decisiones, lo que nos ayuda a enfocarnos en el trabajo clave.
Los datos son esenciales para todo lo que hacemos. Podemos usar como herramienta las métricas de North Star para definir nuestras prioridades de la hoja de ruta u observar las tendencias de datos agregados para entender cómo los clientes usan nuestras funciones».
Ejemplo de competencias blandas
«Cuando me organizo, puedo descubrir oportunidades y lograr trabajos que tienen un mayor impacto en el futuro; también me conecto y me concentro en el progreso, en los avances que necesito lograr a diario»; «ser organizada me ayuda a identificar cuáles son las 4 o 5 tareas críticas que debo llevar a cabo todos los días y asegurarme de que el trabajo siempre avance».
Notas
(1) Una solución sobresaturada es aquella que contiene más soluto que la cantidad soportada en condiciones de equilibrio por el disolvente, a una temperatura dada.
(2) Suelen considerarse competencias técnicas por ajustarse más al campo laboral.
El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.