El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, coincidieron ayer en destacar que el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa es “una prioridad absoluta” y reforzar a Kiev debe ser una condición previa a cualquier negociación, después de que la vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos haya precipitado el debate sobre el suministro militar a largo plazo y unas posibles negociaciones de paz.
“Una Ucrania fuerte significa que el apoyo a este país, que fue atacado por Rusia, sigue siendo una prioridad absoluta”, aseguró el mandatario galo en declaraciones junto a Rutte, que viajó a París para su primera reunión en el Eliseo.
Macron advirtió de la “grave escalada” que representa el despliegue de Corea del Norte “en la línea del frente”. “Seguiremos abogando por que la OTAN y sus aliados presten todo su apoyo al ejército ucraniano durante el tiempo que sea necesario”, aseveró, reiterando que esta vía es “el único camino hacia las negociaciones”, que tienen que ser “cuando llegue el momento” y sin prescindir de ucranianos y europeos.
En la misma línea, el líder de la OTAN subrayó que los aliados deben comprometerse “de nuevo a mantener el rumbo a largo plazo”. “Debemos hacer algo más que mantener a Ucrania en la lucha”, señaló sobre el respaldo reforzado que necesita Kiev en esta coyuntura de la guerra, cuando el Ejército ruso avanza en el Donbás y puede flaquear el apoyo militar de Washington.
Así, Rutte abogó por “aumentar el coste” de la agresión a Vladimir Putin y sus aliados “autoritarios”, además de proporcionar a Kiev “el apoyo que necesita para cambiar la trayectoria del conflicto”.
Para el exprimer ministro neerlandés, frente a los riesgos de seguridad que representan Rusia, China, Irán y Corea del Norte, los europeos y norteamericanos deben permanecer juntos en el seno de la OTAN. “Tenemos que mantener fuerte nuestra alianza transatlántica. El reto inmediato al que nos enfrentamos, obviamente, es el apoyo a Ucrania”, reiteró.
AUMENTO DE GASTO
MILITAR
Como telón de fondo a la llegada de Trump y el apoyo sostenido en el tiempo a Ucrania está la exigencia de que Europa eleve su gasto militar y se haga cargo de su propia seguridad, algo en lo que incidió Macron, tras recalcar que “durante demasiado tiempo” Europa “evitó soportar la carga de su propia seguridad”.
“Me alegro de que hoy estemos todos decididos a gastar más”, afirmó. Subrayando que la agenda de autonomía estratégica europea debe usarse de palanca para tener más fondos para Defensa, crear más capacidades, así como generar autonomía para los europeos y una capacidad para cooperar dentro de la alianza.
“Una Europa fuerte a largo plazo requiere una base industrial europea reforzada, con puestos de trabajo para nuestros ciudadanos y beneficios para la UE”, sostuvo el presidente francés.
En este sentido, Rutte valoró que la OTAN avanzó mucho en el aumento de su capacidad militar y de su producción industrial y reposición de los arsenales. “Para ir más rápido, necesitamos una cooperación transatlántica más sólida en materia de defensa y más inversión en defensa. Cuanto más gastemos en defensa, más reduciremos el riesgo de futuros conflictos”, finalizó. (EP)