Rusia ha comenzado la producción en masa de refugios antibombas móviles. Estos refugios, denominados «KUB-M», están diseñados para proteger contra radiación, ondas de choque y desastres naturales, y tienen el aspecto de contenedores de carga reforzados. Cada unidad estándar tiene capacidad para 54 personas, con la opción de añadir módulos adicionales, anunció el Instituto de Investigación del Ministerio de Emergencias.
Esto en respuesta a la escalada de tensiones globales y la ampliación de la doctrina militar del Kremlin, que ahora permite el uso de armas atómicas ante agresiones convencionales
En un momento crítico, mientras la guerra en Ucrania avanza hacia una fase considerada la más peligrosa desde el inicio del conflicto, la producción de estos refugios refleja la creciente preocupación por la seguridad y la preparación ante posibles amenazas nucleares y otros desastres.