Este 29 de noviembre, el reconocido trovador cubano Silvio Rodríguez cumple 80 años de vida y más de 60 años de carrera musical. Silvio nació en San Antonio de los Baños, un pueblo cercano a La Habana, y empezó a crear canciones desde muy joven, oficio que le ha llevado a ser reconocido a nivel mundial, tanto por la calidad de su música como por los mensajes, profundidad y belleza poética de los textos de sus canciones. Es, además, un ferviente defensor de las ideas revolucionarias de su isla, pero a la vez siempre crítico ante las injusticias y tropiezos de su propia revolución, lo que lo llevó a ser censurado varias veces en los mismos medios de comunicación de Cuba.
En el año 2013, Silvio regresó a Bolivia para dar un concierto ante más de veinte mil personas en el Estadio Ramón «Tahuichi» Aguilera, de Santa Cruz. En esta ocasión, invitó al dúo Negro y Blanco a abrir su presentación, hecho que, para sus integrantes, Christian Benítez Ugarteche y Mario Ramírez Ballivián, representó un hito importantísimo en su carrera musical, porque ambos empezaron a componer canciones inspirados profundamente por la música e ideales del trovador cubano.
En la actualidad, el dúo Negro y Blanco se encuentra en una pausa musical, pues Ramírez radica, por el momento, en otro país. Este hecho está permitiendo que Christian Benítez, como cantautor e intérprete, pueda realizar conciertos de manera individual, con sus propias composiciones e interpretando a otros músicos.
Y así será este 29 de noviembre, cuando Christian presente un concierto especial en homenaje a los 80 años de Silvio Rodríguez, interpretando sus canciones más conocidas, como La Maza, Ojalá, Playa Girón, entre otras. Además, cantará canciones menos conocidas, pero igualmente hermosas del repertorio de Rodríguez, como Te amaré, El viento eres tú o Paula. Como siempre, el cantautor boliviano intercalará algunas composiciones propias: Tesis, Píntame Bolivia, Con piel de nube, entre otras.
Le preguntamos a Christian por qué cree que es importante seguir interpretando la música de Silvio Rodríguez, teniendo él mismo varias composiciones propias, y su respuesta fue la siguiente:
“Se me viene a la mente, a manera de respuesta, una anécdota que ocurrió hace un tiempo, cuando unos amigos me preguntaron algo similar. Ellos eran fanáticos de la música de Beethoven, Mozart y otros clásicos. Yo les cuestioné también ¿por qué no les era suficiente poner un disco con alguna grabación de esa música que les gusta?, ¿por qué tienen que ir a escuchar el concierto de una sinfónica o de una orquesta de Cámara que interpreta en directo la música de estos grandes autores? Y mi respuesta es simple: Porque la energía que se siente en una presentación en vivo y en directo es completamente distinta a escuchar una grabación en un disco o en algún servicio como Spotify. La energía de los músicos interactuando entre ellos y con el público, la sinergia que se produce entre artistas y espectadores es única; los aplausos, el vibrar de los instrumentos y voces, el sentir que la música nos rodea es una experiencia extraordinaria que no puede dejar de existir y que es fundamental en el momento de apreciar una canción o una obra musical. Si es así con esos grandes compositores de antaño, ¿por qué tiene que ser diferente con la música popular o de cantautores que ya no están haciendo giras ni presentaciones, ya sea por la distancia o porque están jubilados o ya han fallecido y que no van a volver a Bolivia para hacer conciertos? ¿Por qué no podemos, los que tenemos el don de interpretar, llevar estas canciones a gente que creció escuchando esta música y a nuevos públicos? ¿Por qué no hacerles sentir en vivo y directo con nuestras guitarras y voces esa misma emoción que sentimos nosotros la primera vez que escuchamos en directo a un Silvio Rodríguez, un Vicente Feliú o a un Pablo Milanés?
Creo que la música de cualquier compositor o compositora de Bolivia o del mundo tiene que ser repetida, tiene que ser interpretada con calidad, con sentido, entendiendo y, sobre todo, sintiendo lo que se está cantando, para que el público a su vez disfrute, sienta, reviva o escuche por primera vez esas canciones. Por eso siento que es importante nunca dejar de interpretar la música, ya sea de Silvio o de una Matilde Casazola. Por mi parte, como intérprete, yo siempre lo haré. Por otro lado, como cantautor boliviano, siento que es mi deber nunca dejar de cantar mis propias composiciones, intercaladas con la música de otros artistas”.
La música de Christian Benítez interpretando sus propias canciones y lo mejor del repertorio de Silvio Rodríguez podrá ser apreciada el viernes 29 de noviembre, a las 20:00 horas, en uno de los espacios culturales más bonitos que tiene la ciudad de La Paz: Sultana Arte Café, que se encuentra en la Avenida Ecuador esquina Belisario Salinas. La entrada tiene un costo de 50 Bs y puede ser adquirida escribiendo o llamando al número 79671606.