El objetivo principal de la mamoplastia es cambiar la forma del seno, esto incluye aumento, disminución, levantamiento y reconstrucción. En todos los casos la base de la intervención es mantener la morfología natural de la mama.
Hay ciertos requisitos para someterse a una mamoplastia de manera general:
Para poder realizar este procedimiento debes estar cerca de tu peso ideal, además, para someterse a una cirugía de mamas debes estar sana/o tanto físicamente como mentalmente.
Si tienes una afección cardíaca, una afección pulmonar o un trastorno neurológico, debes comentárselo a tu cirujano, ya que es posible que no puedas realizarte algún tipo de mamoplastia.
Si has pensado operarte, pero en un futuro deseas volver a quedar embarazada en el caso de las mujeres, se recomienda esperar para que los resultados obtenidos sean más duraderos. De todas formas, hay que resaltar que este tipo de cirugía no pone en riesgo futuros embarazos ni lactancias.
El tabaco no está aconsejado ni antes ni después de una cirugía de aumento, ya que la nicotina perjudica la curación y la cicatrización de las heridas. Por lo tanto, si eres fumadora, deberás dejarlo como mínimo 6 semanas antes y después de tu cirugía.
Mamoplastia de reducción.
¿Cuál es el candidato ideal para esta operación? Suele realizarse generalmente para aliviar un problema físico más que por motivos puramente estéticos. La mayoría de los que se someten a esta operación son mujeres preocupadas por el excesivo volumen de su pecho al interferir éste con muchas actividades y ser causante de molestias físicas, sobre todo de espalda.
Mamoplastia de reconstrucción
La reconstrucción se lleva a cabo después de una mastectomía o amputación del seno, generalmente debido a un cáncer, puede practicarse inmediatamente después de la pérdida del seno o posteriormente.
Lo ideal es que las mujeres se informen detalladamente antes de la intervención y que acudan a su especialista de confianza.
Dr. Carlos Marenco – Cirujano plástico, Estético y Reconstructivo