En un emotivo acto realizado en la Asociación de Periodistas de La Paz, el destacado periodista Pedro Rivero Jordán presentó su más reciente obra, «Cincuenta que cuentan», un libro que condensa las experiencias, desafíos y aprendizajes de medio siglo dedicado al periodismo.
El evento contó con la presencia de colegas, familiares y amigos, quienes se congregaron para celebrar la trayectoria de uno de los referentes del periodismo boliviano.
Durante su intervención, Rivero Jordán agradeció a la Asociación de Periodistas de La Paz y a su presidente, Raúl Novillo, por brindar un espacio para reflexionar sobre una carrera que, según dijo, comenzó de la mano de su padre, Pedro Rivero Mercado, a quien describió como su maestro y guía. Rivero Mercado fue director de El Deber durante más de medio siglo y obtuvo importantes premios, entre otros el Premio Nacional de Periodismo.
«El periodismo ha sido para mí una travesía apasionante, llena de retos y aprendizajes, una vocación que llevo en las venas desde mi niñez», expresó Rivero.
El presidente de la APLP presentó a Rivero Jordán como “un gran amigo y un gran profesional”.
“Hablar de un colega que cumple 50 años de periodismo es reconocer no solo su experiencia, sino también la dedicación, pasión y compromiso que ha demostrado a lo largo de las décadas”, dijo Novillo.
Agregó que “Rivero Jordán es alguien que ha sido testigo y narrador de los grandes acontecimientos de nuestra historia, con el invaluable talento de convertir la realidad en palabras que informan, inspiran y conectan”.
A lo largo de su discurso, Rivero repasó momentos claves de su carrera, que abarca desde sus primeros pasos en los talleres de impresión del diario El Progreso, donde quedó fascinado por el sonido de los linotipos y el olor a tinta, hasta su consolidación como fundador y líder del Grupo Multimedia El Deber, uno de los más influyentes del país.
Entre anécdotas personales, el periodista recordó cómo su abuela lo enviaba con papel y lápiz en mano a la sacristía de la catedral para obtener información sobre las defunciones del día, un temprano ejercicio reporteril que marcó el inicio de su relación con la noticia. También evocó su trabajo como «canillita», llevando ejemplares del periódico en bicicleta, y sus esfuerzos por construir un medio independiente y creíble.
Uno de los momentos más emotivos de la presentación fue cuando Rivero mencionó su participación reciente en la cobertura de los incendios forestales que devastaron más de 10 millones de hectáreas en Bolivia este año.
«Fue una experiencia dolorosa y desgarradora, frente a la impunidad de los perpetradores y la lentitud del gobierno para actuar», denunció Rivero, reafirmando su compromiso con la verdad y la denuncia de los ecocidios.
«Cincuenta que cuentan» no solo es un testimonio de la vida profesional de Rivero, sino también un legado para las nuevas generaciones de periodistas. Editado bajo la dirección de su hija María Ingrid, con diseño gráfico de Sharbel González y prólogos de Lupe Cajías y César del Castillo, el libro reúne anécdotas, reflexiones y enseñanzas destinadas a inspirar a futuros comunicadores.
Rivero destacó especialmente su vinculación con la primera carrera de Periodismo implementada en Santa Cruz por la Universidad Franz Tamayo, donde actualmente ejerce como director académico. «Espero que esta obra sirva como fuente de consulta y guía para quienes desean abrazar este oficio con pasión y ética», manifestó.
Al concluir su intervención, Rivero reafirmó su gratitud hacia el periodismo y la comunidad que lo ha acompañado en estos más de 50 años de trayectoria. «El periodismo me permitió proyectarme, narrar historias que conecten con las audiencias y, sobre todo, buscar incansablemente la verdad. Lo seguiré haciendo mientras tenga fuerzas», afirmó con emoción.
El acto cerró con aplausos y la firma de ejemplares de «Cincuenta que cuentan», un libro que, sin duda, se convierte en un referente para entender la historia reciente del periodismo boliviano y el legado de uno de sus exponentes más destacados. (Brújula Digital)