Durante la llamada época de las vacas gordas, cuando gobernaba Evo Morales y al país ingresaban enormes cantidades de dinero, principalmente por la venta de gas al Brasil y la Argentina, hubo falta de previsión y esos recursos económicos fueron derrochados y más que todo resultaron favorecidos sectores afines al MAS. Es decir que, en esa era de bonanza, de 2006 a 2019, por negligencia y falta de visión no se reinvirtió para descubrir nuevos pozos gasíferos. En esos años, Luis Arce era ministro de Economía y también tiene responsabilidad en lo que pasó con la producción gasífera, que hoy, según sus mismas palabras, “ha tocado Fondo” y desaparece la principal fuente de ingresos económicos de Bolivia.
Como consecuencia de ello, ahora en el país hay crisis económica, la cual ya no es negada por las autoridades nacionales, debido a que surgen problemas como la escasez de combustibles, de dólares, es dramática la disminución de las RIN, el déficit fiscal crece, se restringe a sectores productivos, es imparable el aumento de la subvención a los hidrocarburos, etc.
Al respecto, tardíamente Luis Arce Catacora, ahora presidente del Estado Plurinacional, manifestó que “Bolivia vivió una época de esplendor en el sector de hidrocarburos hasta el año 2014”. También dijo: “Reconocemos que gran parte de la problemática actual en nuestra economía se origina en esa falta de inversión en el sector energético”. Y anunció exploraciones en siete departamentos con casi 50 proyectos, para enfrentar el problema de la baja considerable en la producción de hidrocarburos.
Sin embargo, los resultados en esta materia no son a corto plazo, recordando además que otros anuncios resultaron demagógicos, como aquel de que en Bolivia había un “mar de gas”. Hoy la realidad es que escasean combustibles, a pesar de medidas para normalizar el abastecimiento. Pero debido a que la subvención a los combustibles crece de manera alarmante, no se sabe hasta cuándo se la podrá sostener. Mientras tanto, pasaremos de exportar gas a alquilar gasoductos, pues después de 18 años, Argentina dejó de comprarnos gas y no recibiremos 19 mil millones de dólares.
Agrava las cosas el imparable contrabando de combustibles hacia países vecinos, donde se los adquiere con precios mayores. A pesar de operativos de control en estaciones de servicio, inclusive con apoyo militar, por los cuales ha sido incautada gran cantidad de motorizados que cargaban repetidamente miles de litros diarios de combustible. También en este caso, cuando la bonanza económica obnubilaba a gobernantes masistas, se permitió varias nacionalizaciones de motorizados “chutos”, con el argumento demagógico de que así se favorecía a gente pobre. Como resultado, creció bastante el parque automotor y se ve en las calles vehículos de segunda mano, pero hasta de lujo. Todo esto hace que la opinión pública no crea que la situación económica mejore sin un nuevo gobierno que corrija los graves errores de gobiernos del MAS.
Previsibles problemas por menos gas para exportar
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