Los agricultores de soya, maíz, trigo, sorgo, girasol y chía cierran uno de sus peores años. Los datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) apuntan a que este año se produjo solo la mitad de lo alcanzado el año pasado. Como resultado, el movimiento económico generado por la cadena oleaginosa llegó a 1.200 millones de dólares, lo cual implica un bajón del 34% en comparación con las cifras de 2023.
Tras caída del 50% en la cosecha de granos en 2024, productores doblan esfuerzos para proveer alimentos. Las campañas de verano 2023-2024 e invierno 2024 fueron afectadas por la más grave sequía en 30 años. A ello se sumaron el aumento en los costos de producción, la inseguridad jurídica y las complicaciones del abastecimiento de diésel en momentos oportunos.
Santa Cruz de la Sierra marcó una producción de alimentos de 2,9 millones de toneladas de granos de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía. Esta cifra representa una caída del 50% con relación al 2023, cuando incluso se llegó a cifras récord.
“A pesar de las cuantiosas pérdidas productivas y económicas en la producción de alimentos estratégicos, los agricultores hicimos y seguiremos haciendo todos los esfuerzos necesarios para garantizar el abastecimiento del mercado interno, porque de nuestros granos depende la provisión de insumos clave para las cadenas alimenticias avícola, porcina, lechera y ganadera”, aseveró el presidente de Anapo, Fernando Romero.
Según la evaluación anual de Anapo, la considerable caída se debe, en primera instancia, a las adversas condiciones climáticas del verano 2023-2024 y de invierno 2024.
Las malas condiciones climáticas continuaron en invierno y afectaron en la producción de los cultivos de rotación. Los cultivos de rotación, que además son granos indispensables para otras cadenas alimenticias como el sorgo, maíz, trigo, girasol y chía, presentaron pérdidas importantes.
“A ello se suman la incertidumbre jurídica por el avasallamiento de tierras, las dificultades en la provisión oportuna de diésel, el aumento en los costos de producción debido a la falta de divisas y, por último, la incertidumbre en la comercialización de nuestra producción ante la suspensión de las exportaciones de aceite”, lamentó Romero.
Esa diversidad de factores negativos configuró un escenario lleno de adversidades para los productores. El área de siembra de las dos campañas se redujo a 2,3 millones de hectáreas. Es decir, hubo una disminución del 12% en la superficie utilizada en comparación con el año pasado, principalmente por las condiciones de sequía.
Si se hace una comparación por ciclos de producción, en la campaña de verano 2023-2024, se produjeron 1.907.000 toneladas de granos de soya, maíz y sorgo. Esto representa una disminución de 34% con relación al verano anterior. Mientras que en invierno se produjo apenas unas 1.053.000 toneladas de trigo, girasol, maíz, chía, sorgo y soya; lo que significa una caída del 64% con relación al invierno de 2023.
“Pese a esta drástica disminución en la producción de grano de soya y también de girasol, hemos producido la cantidad suficiente de materia prima para garantizar el abastecimiento del mercado interno, para la transformación en harina solvente para los sectores pecuarios y en aceite comestible para la población”, aclaró el presidente de Anapo.
En ese sentido, medidas como la suspensión de exportaciones que dictó el Gobierno hace días, generan incertidumbre en un eslabón importante de la cadena de alimentos.
Los datos que posee el sector agropecuario revelan que, de enero a septiembre de este año, las exportaciones de soya y girasol llegaron a 954 millones de dólares. Esta cifra refleja una caída en comparación con el mismo período de 2023, por efecto de la disminución en la producción de esos granos. La baja en los excedentes de producción causó que el valor de las exportaciones sea 36% menor a los 1.497 millones de dólares que fueron alcanzados el año pasado.
Soya
En 2024, la producción total de soya alcanzó 2.026.412 toneladas, 37% menos respecto al 2023. La productividad promedio anual cayó a 1,30 toneladas métricas por hectárea (TM/ha); en 2023 se había llegado a 2,05 TM/ha.
Trigo
La producción de trigo también experimentó una drástica disminución, pues llegó a solo 37.959 toneladas, 72% menos que el invierno anterior. La sequía redujo la productividad promedio a 0,49 TM/ha, en contraste con 1,44 TM/ha del año pasado.
Girasol
Se produjo 102.526 toneladas de girasol, esto es 45% menos respecto al invierno anterior. La productividad bajó a 0,82 TM/ha, frente a las 1,15 TM/ha de 2023.
Maíz
La producción total de maíz alcanzó las 313.421 toneladas, un 43% menos en comparación con 2023. Su rendimiento promedio fue de 2,65 TM/ha, mientras que el invierno anterior se había alcanzado a 3,73 TM/ha.
Sorgo
La producción de sorgo llegó a 478.944 toneladas, que implica una caída del 72% en comparación con el año pasado. El rendimiento promedio descendió de las 2,91 TM/ha de 2023 a 1,26 TM/ha este año.
Chía
La producción de chía alcanzó solo 1.082 toneladas, con una disminución del 82% respecto al invierno pasado. La productividad promedio cayó a 0,13 TM/ha, comparada con 0,44 TM/ha de 2023.