domingo, diciembre 22, 2024
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Algo del transporte fluvial boliviano

José E. Pradel B.

El transporte fluvial ha sido, desde tiempos inmemoriales, una de las formas más eficientes de conectar regiones, pueblos y economías. En el caso del oriente de Bolivia, el cruceño Juan Francisco Velarde, fue uno de los primeros navegantes a vapor. Su embarcación llamada: ‘El Explorador’, fue conducida por él desde Liverpool (Inglaterra); este viaje tuvo muchos matices sobresalientes, sobre todo su paso por las cachuelas.
Décadas más tarde, en julio de 1916, el visionario Benigno Lara llevó el transporte fluvial a nuevas alturas, al establecer un servicio directo que conectaba Puerto Suárez (Bolivia), con Rosario de Santa Fe (Argentina). Este hito no solo buscaba ampliar las fronteras comerciales de Bolivia, sino fortalecer los lazos regionales y posicionar al país como un actor clave en las rutas fluviales del continente.
El primer vapor que surcó esta nueva ruta fue bautizado como ‘María’, un barco “de 200 toneladas de registro, con comodidad para cuarenta y cinco pasajeros de cámara y otros tantos de segunda”, según reportó EL DIARIO, el 15 de julio de 1916.
Es necesario mencionar que esta iniciativa también buscaba unificar agencias, suprimir gastos y confusiones cuando se remitían mercaderías, ya que el comercio de la época imponía un transbordo en Curumba (Brasil) y su transporte hacia Montevideo (Uruguay).
En el campo de las relaciones internacionales entre Bolivia y Argentina, esta línea constituyó un nuevo eslabón, que reforzaba el comercio oriente-sur.
Después, en noviembre de 1926, el vapor ‘Presidente Saavedra’ fue el primer barco de esta clase que cruzó el Atlántico con bandera boliviana. Zarpó desde un puerto de Estambul (Turquía) con dirección hacia Buenos Aires, dicha embarcación perteneció a la compañía anglo-norteamericana ‘The Bolivian Concessions’, para luego dirigirse al puerto de la Gaiba. Sobre sus características, el periódico La Razón, detalló: “tiene el barco 600 toneladas y hace su travesía al mando del capitán retirado A. J. Floor”. Por misión tuvo el traslado de 30 familias británicas que tenían que formar una colonia en el oriente boliviano. El viaje duró 31 días de navegación, luego se dirigió a Puerto Suárez, población declarada libre al comercio por 15 años. De igual manera, partió de Inglaterra el vapor ‘Presidente Siles’, de características similares, para llevar provisiones. Pero ambas embarcaciones con el trascurso del tiempo sufrieron imperfectos.
Sin duda, el transporte fluvial a vapor en el oriente boliviano, desde sus inicios, ha sido una vía estratégica para superar el aislamiento geográfico de Bolivia y fortalecer su presencia en el comercio internacional. Iniciativas como las de Juan Francisco Velarde con ‘El Explorador’, Benigno Lara con el vapor ‘María’, y los históricos viajes del ‘Presidente Saavedra’ y ‘Presidente Siles’ son testimonios de una visión que apostó por los ríos como arterias de desarrollo e integración.

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