Petro suspende proceso de paz con ELN tras violencia en Catatumbo

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció ayer la ruptura de las negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en respuesta a la renovada ola de violencia de las últimas horas en la región de Catatumbo, que deja ya siete muertos confirmados oficialmente, aunque fuentes locales hablan de más de una veintena, y decenas de heridos y desplazados.
“Lo que cometió el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, señaló el presidente colombiano en su cuenta de X.
Petro tomó esta decisión tras reunirse de urgencia con el comisionado para la Paz, Otty Patiño, y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien lamentó que los enfrentamientos entre diferentes grupos armados por sus disputas territoriales “terminen con este saldo trágico de muertes y heridos”.
En las últimas horas, se confirmó la muerte de al menos siete personas, así como decenas de heridos y desplazados en varios municipios de Norte de Santander, uno de los tres departamentos en el noreste de Colombia, incluidos en la región de Catatumbo, que alberga a su vez una quincena de municipios.
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, alertó de que la situación en Catatumbo es “angustiosa” y habló de hasta 23 muertos, según cifras recabadas por la Defensoría del departamento, que podrían ser hasta 34, según datos extraoficiales. “Enviamos un mensaje de paz en diciembre, lamentablemente esta petición no fue escuchada”, sostuvo.
La región fue tradicionalmente espacio de confrontación del ELN y ahora de las disidencias de las ya disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre cuyas facciones hay algunas que también negocian con el Gobierno.
El ELN emitió un comunicado ayer en el que justifica sus acciones en respuesta a las “insaciables inmundicias” de las disidencias de las FARC en la región, lideradas, señalaron, por “el autodenominado ‘comandante Richard’, que no sería más que un paramilitar más al igual que toda su cúpula”.
“Le informamos que seguirá corriendo sangre en Catatumbo hasta que no se entregue”, sostiene el ELN, advirtiendo además a todos los comerciantes y civiles “que colaboran con dinero” con este grupo armado “que dejen de hacerlo o serán declarados objetivo militar”.
En ese sentido, agregó que aquellas empresas, como la petrolera Ecopetrol o la de ingeniería civil Disico, que llegaron a acuerdos “bajo mesa” con “el paraco Richard son declarados objetivo militar”.
La medida de Petro se produce después de que en noviembre de 2024 pareciera que las delegaciones de paz del Gobierno y el ELN salieran del callejón sin salida en el que se encontraban tras decidir Petro romper las conversaciones dos meses antes en respuesta de un ataque de la guerrilla a un cuartel que dejó dos muertos.
Esa fue la primera vez que Petro ordenó a sus enviados levantarse de la mesa de negociación después de asumir el compromiso de alcanzar la paz con esta guerrilla cuando llegó a Casa Nariño en agosto de 2022, y con la cual ya se intentó negociar en 2018, pero volvió a frustrarse todo enero de 2019 cuando el ELN atentó contra una escuela de cadetes en Bogotá y mató a una veintena de personas. (EP)