Los fiscales generales de once estados estadounidenses han advertido al presidente Donald Trump que no permitirán el uso de recursos estatales para llevar a cabo deportaciones masivas de migrantes. En un comunicado, los fiscales generales destacaron que el Gobierno federal no puede obligar a los estados a utilizar sus recursos para hacer cumplir la ley federal de migración, citando la decisión del tribunal en el caso Printz contra Estados Unidos.
La advertencia surge después de que Trump prometiera durante su campaña electoral llevar a cabo una deportación de millones de migrantes. Sin embargo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cuenta con recursos limitados y necesitará la aprobación del Congreso para obtener fondos adicionales.