Cuando observamos a nuestra madre naturaleza, vemos que permanentemente está cambiando, por la ruptura del equilibrio entre el hombre y la naturaleza, la tala discriminada de los bosques, la contaminación de los ríos, la contaminación del medio ambiente, que son factores para que sufra una transformación el planeta.
Los seres humanos somos parte de este mundo, y como tal estamos constantemente en transformación, todos queremos dar un significado a la vida, porque la encontramos llena de turbulencias, injusticias, maldad, moral permisiva, y problemas sociales de toda índole. Y así el hombre empieza a vivir el proceso de envejecimiento a partir de los 60 años.
Existen muchos conceptos, mitos, moldes, prejuicios contra las personas mayores de 60 años, y dicen que son improductivas, que ya no pueden aprender a capacitarse, porque ya no tienen habilidades como para poder absorber información. Pero muchas personas mayores tienen el espíritu de superación, como cualquier otra persona, también están dispuestas a aprender nuevas habilidades, para mejorar su calidad de vida. No debemos llegar a subestimar sus conocimientos, son cualidades de las personas mayores, porque en ellos acrecienta la sabiduría, de dar consejos más maduros, porque para ellos el tiempo fue un gran maestro. Sería un error decir que todas las personas mayores de 60 años, tienen las mismas cualidades que otras, hay un factor que afecta a muchas personas, por el estrés, las preocupaciones, la depresión y las enfermedades. Las personas que envejecen rápidamente son aquellas que no se han ocupado de hacer deporte, leer, caminar, solo se han interesado en las cosas materiales.
Quienes nacieron en los años 30, 40, 50, vivieron grandes épocas, como la era del rock, de las guerrillas, de las dictaduras, de la democracia, la modernidad.
Los jóvenes actuales están sufriendo un verdadero lavado mental, por la tecnología reinante, todo esto puede tener consecuencias posteriores. Al decir que ellos son el futuro del país, a ellos no les importa la realidad de hoy, lo que les importa es su apariencia, más que su interioridad espiritual. La tempestad de pasiones desbocadas, el falso concepto que se forman, acerca de su libertad individual, los malos ejemplos son un gran escollo, para que ellos se superen intelectualmente. Si a los jóvenes de hoy se les pregunta sobre cultura general, no pueden responder muchas veces, por ejemplo, en qué año fue la Revolución Francesa, quién fue García Meza. Responden “para qué me sirve saber todo eso”. Lo que pasa es que nuestros jóvenes no han aprendido a cuestionar ciertas circunstancias. Por el contrario, las personas mayores, saben lo que pasó en estas grandes épocas, porque ellos tienen conocimientos, no se debe olvidar que mientras el cuerpo envejece, el espíritu continúa fortaleciéndose, porque una vida llena y productiva es hasta los 80 años. Muchas personas debieron su celebridad a su vejez, por ejemplo, Platón escribió hasta los 81 años. Lo que nos falta a muchos es persistir en lo aprendido en la juventud.
El tema de la vejez está ausente en las políticas gubernamentales, porque dicen que no tienen presupuesto, porque son personas improductivas, y constituyen una carga social. El Estado se aleja y se desentiende progresivamente de las obligaciones sociales, por todo esto los mayores, son los olvidados de la familia y de los gobiernos de turno. Lo que pasa es que el Estado no tiene políticas para los adultos mayores, como para aprovechar sus conocimientos y canalizarlos hacia nuevos campos de actividad, para el bien de la comunidad.
El Estado sí tiene presupuesto para comprar nuevos celulares para los senadores, hay presupuesto para hacer crecer la burguesía de los políticos que están en el poder. Los olvidados de la familia y del Estado, van aumentado cada vez más, cuando la acumulación extrema de riqueza, está en manos de un poder político. Los gobiernos de turno, deben reconocer la realidad, qué pasa con las personas de la tercera edad, y deben ser más solidarias y tener una mente abierta para desarrollar proyectos alternativos, para mantener su calidad de vida, y así los mayores serán capaces de seguir contribuyendo a la sociedad.